Publicado por 1 Corintios 6
1 Corintios 6 nos llama a vivir con pureza y unidad en la iglesia. Nos exhorta a resolver nuestros conflictos internamente, en lugar de exponerlos ante el mundo. También nos recuerda que, aunque hemos sido transformados en Cristo, debemos seguir apartándonos del pecado. Finalmente, nos desafía a cuidar nuestros cuerpos, porque son templos del Espíritu Santo y fueron comprados con la sangre de Cristo.
Evitar Litigios entre Hermanos en la Fe (1 Corintios 6:1-8)
Pablo reprende a los corintios porque algunos creyentes estaban llevando sus disputas ante tribunales seculares en lugar de resolverlas dentro de la iglesia. Explica que los santos juzgarán al mundo e incluso a los ángeles, por lo que deberían ser capaces de resolver asuntos menores entre ellos.
Pablo les pregunta con ironía si no hay sabios entre ellos para resolver estos problemas, en lugar de exponer sus conflictos ante los incrédulos. Asegura que el simple hecho de demandarse unos a otros ya es una derrota para la iglesia, y les insta a soportar la injusticia en lugar de cometerla.
Advertencia Contra la Inmoralidad y la Transformación en Cristo (1 Corintios 6:9-11)
Pablo recuerda a los corintios que los injustos no heredarán el reino de Dios. Enumera pecados graves como la fornicación, idolatría, adulterio, homosexualidad, robo, avaricia, embriaguez y fraude. Sin embargo, enfatiza que algunos de ellos eran así en el pasado, pero han sido lavados, santificados y justificados en el nombre de Cristo y por el Espíritu Santo.
El Cuerpo es Templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:12-20)
Pablo refuta la idea de que «todo me es lícito» explicando que no todo conviene ni edifica. Aunque el cuerpo necesita comida, no fue creado para la inmoralidad, sino para el Señor. Dios resucitó a Jesús y también resucitará nuestros cuerpos.
Explica que unirse a una prostituta es convertirse en un solo cuerpo con ella, porque «los dos serán una sola carne». Pero el creyente es uno con el Señor en espíritu, por lo que debe huir de la fornicación.
Pablo concluye con un llamado a la santidad: nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, comprado por un alto precio, por lo que debemos glorificar a Dios en nuestro cuerpo y espíritu.
Versículo clave de 1 Corintios 6:
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19
Explicación:
Este versículo nos recuerda una verdad fundamental: nuestro cuerpo no nos pertenece, sino que es morada del Espíritu Santo. Como creyentes, hemos sido comprados por el sacrificio de Cristo, y por lo tanto, debemos honrar a Dios con nuestra vida, incluyendo nuestras acciones, pensamientos y decisiones.
Pablo nos exhorta a vivir en santidad, entendiendo que nuestro cuerpo es un templo sagrado donde habita Dios. Este pasaje nos desafía a cuidar lo que vemos, hacemos y permitimos en nuestra vida, sabiendo que somos portadores de la presencia del Señor.
Oración:
Señor, gracias porque has hecho de mi cuerpo un templo donde habita tu Espíritu. Ayúdame a vivir con pureza y a honrarte en cada aspecto de mi vida. Que mi mente, mis palabras y mis acciones reflejen tu santidad y tu amor. Enséñame a glorificarte en todo lo que haga. En el nombre de Jesús, Amén.
