Tito 1
Tito 1 nos enseña que el liderazgo en la iglesia debe estar basado en carácter, integridad y firmeza en la sana doctrina. Además, alerta sobre el peligro de los falsos maestros, que no solo enseñan error, sino que destruyen hogares y desvían a los creyentes.
Pablo nos recuerda que no basta decir que se conoce a Dios; nuestras obras deben confirmarlo. La verdadera fe siempre se muestra en una vida transformada y fiel a la verdad de Dios.
Saludo e Identidad del Ministerio (Tito 1:1-4)
Pablo comienza su carta presentándose como:
- Siervo de Dios
- Apóstol de Jesucristo
Su propósito es claro:
- Fortalecer la fe de los elegidos de Dios
- Guiarlos al conocimiento de la verdad que produce piedad
- Recordarles la esperanza de la vida eterna, prometida por Dios, quien no miente.
Pablo escribe a Tito, su verdadero hijo en la fe común, deseándole gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús.
Instrucciones para Organizar la Iglesia (Tito 1:5-9)
Pablo dejó a Tito en Creta con una misión importante:
→ «Que pusieras en orden lo que queda, y establecieses ancianos en cada ciudad.» (v.5)
Los requisitos para los ancianos (líderes o pastores) son semejantes a los de 1 Timoteo:
El anciano debe ser:
- Irreprensible
- Marido de una sola mujer
- Con hijos creyentes y bien comportados
- No arrogante
- No iracundo
- No dado al vino
- No violento
- No codicioso
Por el contrario, debe ser:
- Hospedador
- Amante de lo bueno
- Prudente
- Justo
- Santo
- Dueño de sí mismo
- Firme en la sana doctrina para enseñar y corregir
Advertencia Contra los Falsos Maestros (Tito 1:10-16)
Pablo advierte que hay muchos rebeldes, habladores de cosas vanas y engañadores, especialmente de los de la circuncisión (judíos legalistas), que:
- Trastornan familias enteras
- Enseñan por ganancias deshonestas
- Deben ser reprendidos severamente
Incluso cita a un poeta cretense que decía:
«Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos» (v.12)
Pablo confirma que este testimonio es verdadero.
Describe a los falsos maestros como:
- Profesan conocer a Dios, pero lo niegan con sus hechos
- Son abominables, desobedientes e inútiles para toda buena obra
Versículo clave de Tito 1:
En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos. Tito 1:2
Este versículo destaca una de las verdades más hermosas de nuestra fe: la esperanza de la vida eterna. Pablo afirma que esta promesa no es una idea humana, ni un deseo incierto, sino una seguridad absoluta, porque proviene de Dios, quien no puede mentir. Desde antes de crear el mundo, Dios ya había preparado un plan de salvación para darnos vida eterna en Cristo.
Este pasaje nos llena de confianza y paz. Nos recuerda que Dios es fiel a sus promesas y que nuestra esperanza está firmemente anclada en su carácter inmutable. La vida eterna no es solo un futuro lejano, sino una realidad que empieza desde el momento en que confiamos en Cristo.
Oración:
Señor, gracias porque en Ti tengo una esperanza firme y eterna. Ayúdame a vivir cada día con la confianza de que tus promesas son verdaderas y nunca fallan. Que mi corazón descanse en tu fidelidad, y que mi vida refleje la alegría de saber que me has dado la vida eterna. En el nombre de Jesús, Amén.