Publicado por Hebreos 8
Hebreos 8 proclama que en Jesús tenemos un Sumo Sacerdote perfecto, que no ministra en un templo terrenal, sino en el verdadero tabernáculo celestial.
El nuevo pacto que Jesús establece:
- No está basado en leyes externas escritas en piedra,
- Sino en una transformación interna escrita en el corazón.
- Trae perdón completo y una relación personal y directa con Dios.
Este capítulo nos invita a dejar atrás la confianza en rituales externos, y a abrazar una fe viva, íntima y basada en la gracia, fundada en las mejores promesas que Dios nos ha dado en Cristo.
Ahora, ya no se trata solo de saber sobre Dios, sino de conocerlo verdaderamente, caminando con Él en un pacto de amor y misericordia eterna.
Jesús: Sumo Sacerdote de un Mejor Pacto (Hebreos 8:1-6)
El autor de Hebreos resume su argumento hasta este punto:
“El punto principal es que tenemos tal Sumo Sacerdote.” (v.1)
Jesús:
- Está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
- Es ministro del santuario y del verdadero tabernáculo que el Señor levantó, y no el hombre.
Todo sumo sacerdote está destinado a ofrecer dones y sacrificios; por tanto, Cristo también debía tener algo que ofrecer (su propio sacrificio).
El tabernáculo y los sacerdotes terrenales eran copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Dios mostró a Moisés en el monte (Éxodo 25:40).
Jesús ahora ha obtenido un ministerio más excelente, porque:
- Es mediador de un mejor pacto,
- Establecido sobre mejores promesas.
El Nuevo Pacto Anunciado (Hebreos 8:7-13)
Si el primer pacto (la Ley mosaica) hubiera sido perfecto, no habría sido necesario un segundo.
Pero Dios mismo prometió un nuevo pacto, como lo anunció por medio del profeta Jeremías (Jeremías 31:31-34).
Características del nuevo pacto:
- Dios pondrá sus leyes en la mente y en el corazón de su pueblo.
- Dios será su Dios, y ellos serán su pueblo.
- No habrá necesidad de enseñar unos a otros diciendo «conoce al Señor», porque todos lo conocerán, desde el menor hasta el mayor.
- Dios perdonará sus iniquidades y no se acordará más de sus pecados.
Con la introducción de un nuevo pacto, el primero queda obsoleto, y lo que envejece y se envejece, está próximo a desaparecer.
Versículo clave de Hebreos 8:
Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo. Hebreos 8:10
Este versículo describe el nuevo pacto que Dios ha establecido a través de Jesucristo. A diferencia del antiguo pacto, basado en leyes externas, el nuevo pacto transforma el corazón del creyente desde adentro. Dios ya no solo entrega mandamientos, sino que graba Su voluntad en la mente y en el corazón de su pueblo, creando una relación íntima, viva y permanente.
Este pasaje nos recuerda que nuestra vida cristiana no se basa en normas exteriores, sino en una transformación profunda del corazón. Es una relación personal en la que Dios es nuestro Dios y nosotros somos su pueblo, guiados y cambiados por su amor.
Oración:
Señor, gracias por el nuevo pacto que me transforma desde el interior. Escribe tu ley en mi mente y en mi corazón, para que viva de acuerdo a tu voluntad. Hazme cada día más consciente de que soy parte de tu pueblo amado, y ayúdame a caminar en obediencia y amor. En el nombre de Jesús, Amén.
