Para que disciernan lo que es mejor, y sean puros e irreprochables para el día de Cristo. (Filipenses 1:10)
Dios es excelente. Como Sus representantes, deberíamos serlo también. Por lo tanto, es importante que hagamos lo mejor en todo lo que hacemos. Debemos estar motivados para hacer nuestro mejor esfuerzo en lo que sea que nos propongamos. Pablo nos exhorta a aprender a valorar lo que es excelente y de valor real (ver Filipenses 1:10). A medida que convertimos la excelencia en una forma de vida, tendremos el gozo de Dios y seremos buenos ejemplos para el mundo.
Debes sembrar la excelencia para obtener una cosecha excelente. No podemos esperar excelentes resultados en la vida cuando no vivimos una vida de excelencia. La Biblia nos enseña a desarrollar diligencia, constancia y determinación, todo lo cual nos ayudará a vivir una vida de excelencia.
Te animo a que hagas tu mejor esfuerzo con cualquier proyecto o actividad que Dios ponga en tu camino. Se diligente. No dejes las cosas sin terminar, sino más bien termina lo que comiences y hazlo lo mejor que puedas. Fija en tu mente el ser determinado y firme. Comprométete a obtener excelentes resultados.
Dios honra una actitud de excelencia. Elige dar lo mejor de ti y Él siempre te empoderará en el proceso.