Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. (Salmos 34:9)
Recuerdo una mañana cuando me senté a orar y en su lugar, comencé a preocuparme por cualquiera que haya sido mi situación en ese momento y ver que iba a hacer al respecto.
De repente escuché esa voz suave y pequeña dentro de mi espíritu que dijo: ¿Vas a adorar tu problema o a Mí? Ves, Dios estaba más que dispuesto a manejar mi problema si yo estaba dispuesta a olvidarlo y dedicarle tiempo para adorarle.
Cuando adoramos al Señor, liberamos la carga emocional o mental que nos pesa. Se desvanece en la majestad de Dios. Cuando mantenemos nuestros ojos en Él y le adoramos, veremos siempre Su plan que obra para nuestro bien en nuestras vidas. La Biblia dice que no les faltara nada a aquellos que verdaderamente adoran al Señor con temor piadoso ¿Quieres estar seguro de que todas tus necesidades serán proveídas? Entonces recuerda adorar y no preocuparte.
Independientemente de las dificultades que enfrentes, solo sigue alabando a Dios y dándole gloria. La fe se elevará en tu corazón, y lo superarás.