Cada día nos da numerosas oportunidades de aprovechar los nuevos comienzos. Los nuevos comienzos vienen a menudo cuando termina alguna otra cosa.
Lo que parece ser el final, puede ser en realidad un nuevo comienzo.
Por ello, aprovecha cada oportunidad que llegue a tu vida, levántate de cada derrota, aprendiendo la lección y ofrece siempre tu mejor esfuerzo. Dios, por ello, sin dudas, te recompensará.
Marcos 4:3-8
Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;
y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron.
Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra.
Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.
Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.