Cierto empleado platicaba un día con su jefe, a quien consideraba una persona exitosa.
-«Y dígame», le preguntó el empleado «¿Cómo es que ha logrado su éxito?»
-«Lo resumo en dos palabras» contestó
-«Y cuáles son esas palabras»
-«Buenas decisiones»
No conforme con la respuesta, el empleado preguntó de nuevo -¿Y cómo logra tomar las decisiones correctas?»
-«Lo resumo en una palabra, experiencia»
-«Y cómo ha conseguido su experiencia»
-«Lo resumo en dos palabras» respondió
-«Y cuáles son esas dos palabras»
-«Malas decisiones»
Si queremos tomar alguna ventaja de nuestros errores, entonces tenemos que cometer algunos. Y con el paso del tiempo, mientras cometamos errores distintos cada ocasión, entonces estaremos aprendiendo y creciendo.
Así que, no lo pienses más, atrévete a tomar malas decisiones, hazlo con todo el valor que tengas, a fin de cuentas, esas malas decisiones te convertirán en una persona más sabia. Y si tomas la suficiente cantidad de malas decisiones y aprendes de ellas, llegará el día en que no podrás tomar más malas decisiones y serás lo mejor que puedes ser.
Filipenses 1:9
«Que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, Para que discernáis lo mejor;»