Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Josué 1:9)
Aunque parezca que el Señor permanece en silencio durante circunstancias apremiantes y que no contesta nuestros ruegos, quizá esté dándonos una oportunidad de fortalecer nuestra fe.
El dolor y los problemas pueden producir el carácter firme y radiante que surge de confiar en Dios cuando la vida es difícil.
Señor, ayúdame a ser tan consciente, que me dé cuenta de mis propias limitaciones; tan valiente, que no me hunda ante las inevitables dificultades de la vida; y tan humilde que llegue a descubrir que sin Ti
nunca sabré llevar mi cruz de cada día. Amén