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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios. (Salmos 96:7-8)
¿Has visto alguna vez que alguien tome el mérito por algo que tú has hecho? Si es así, puedes identificarte con Dios. Él nos ve hacerlo todo el tiempo.
Cuando alguien está enfermo, oramos. Cuando Dios lo sana, muchos erróneamente le damos crédito al cuidado médico que nuestro amigo ha recibido, o al proceso natural de sanación. Ambos pudieron haber jugado un papel importante, pero si eso es lo único que se necesitaba, ¿por qué oramos? No se necesitaba ninguna intervención de Dios si la sanidad se pudiera haber obtenido a través de medios nada sobrenaturales. U oramos por un trabajo. Cuando Dios lo concede, se lo atribuimos a nuestra buena suerte, a nuestro currículum vítae o a nuestros contactos, y podemos caer en el error de no reconocer públicamente al Dios que estuvo detrás de todo. En nuestra época de lo políticamente correcto, no le atribuimos éxitos al poder de Dios. Sabemos que muchos no comparten nuestra fe. Por dentro, le damos gracias en silencio. Por fuera, dejamos que el concepto erróneo permanezca. Mantenemos nuestro discurso sin Dios. Mientras tanto, el Dador de todas las cosas está en silencio.
¿Por qué algunas veces nuestras palabras no le dan a él la gloria que su nombre merece? ¿Por qué no le atribuimos verbalmente cada bendición? Quizás no queremos sonar demasiado justos. Quizás nos hemos dado cuenta de lo insoportable que para nuestra sociedad, alejada cada día más del Señor, es la gente que habla de Dios constantemente. Hemos dejado que nuestra cultura nos intimide para que nunca mencionemos su nombre. En muchas de nuestras circunstancias, él se queda sin ser glorificado.
Uno de los propósitos de Dios detrás de sus obras grandiosas, aparte del simple hecho de que nos ama, es su celo por la gloria de su nombre. Cuando le atribuimos lo que ha hecho, nos alineamos con el celo del mismo Señor. Cumplimos el propósito para el que fuimos creados: glorificarlo.
¿Has socavado el propósito de Dios en tus bendiciones al no reconocerlo como la fuente? Arrepiéntete de eso y atribúyele la gloria que su nombre merece. Como resultado, el Dador de todas las cosas buenas estará aún más dispuesto a dártelas.
Oración diaria: Señor, que mi alabanza y agradecimiento por las bendiciones grandiosas, producto de Tu misericordia y Tu amor incondicional, no se detenga. Que no me intimide por un mundo hoy alejado cada vez más de Ti, y que a los que no creen, les refuerce mi fe y los llame a Ti con el testimonio de gracia y bondad que cada día pones en mi vida. Que nunca deje Padre, de servirte y rendirte todo el honor, pues tuya será siempre toda la honra y toda la gloria.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del capítulo Salmos 96:
Este salmo 96 es parte del que fue entregado en manos de Asaf y sus hermanos (1 Cr. 16:7), lo que da la impresión de que David fue el autor del salmo y que se refiere al transporte del arca a la ciudad real; no es seguro si ese largo salmo fue hecho antes, y éste después, usando partes de aquél, o si éste fue hecho primero, siendo usado después para componer el otro. Pero es cierto que este salmo, aunque fue entonado durante el transporte del arca, mira más allá, hacia el reino de Cristo, y está destinado a celebrar las glorias de ese reino, especialmente el acceso de los gentiles a él. En este salmo tenemos: I. Una llamada a todos los pueblos para que alaben a Dios, lo adoren y le den gloria como el Dios grande y glorioso que es (vv. 1-9). II. La noticia transmitida a todos los pueblos del gobierno y juicio universal de Dios, hecho que debería ser objeto de regocijo universal (v. 10-13). Al cantar este salmo, nuestros corazones deberían estar llenos de grandes y elevados pensamientos sobre la gloria de Dios y la gracia del Evangelio, y de plena satisfacción en el gobierno soberano de Cristo y el accionar de Su poder en nuestras vidas.
Referencias cruzadas por término – Salmos 96:7-8:
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder:
Salmos 22:27 – Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Lucas 2:14 – ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
Judas 1:24-25 – Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Apocalipsis 19:6 – Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Apocalipsis 19:1 – Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios:
Romanos 12:1 – Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Hebreos 13:13 – Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
Salmos 111:9 – Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto; Santo y temible es su nombre.
Salmos 100:4 – Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.