Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. (Juan 21:5-6)
Juan 21 cuenta la historia de los discípulos que pescaron toda la noche, pero no atraparon nada. ¿Alguna vez has sentido que has hecho todo lo que sabes hacer y aun así no obtienes un buen resultado? Si es así, entonces sabes cómo deben haberse sentido ellos.
Jesús apareció y les pregunto desde la playa si tenían algo de comer, es decir, si habían pescado algo. Ellos dijeron no. Él les dijo que arrojaran sus redes en el lado derecho del bote y que encontrarían peces. La lanzaron, y tenían tantos peces que ni siquiera podían tirar de la red. Esta historia es un ejemplo de lo que sucede cuando seguimos la voluntad de Dios, en comparación con lo que sucede cuando seguimos nuestra propia voluntad.
Cuando Jesús les preguntó, básicamente estaba diciendo: ¿Estás haciendo algo bueno en lo que estás tratando de hacer? Esa es una pregunta que podríamos hacernos cuando no tenemos fruto para mostrar por todo el esfuerzo que ponemos en los proyectos que estamos trabajando.
Cuando «pescamos» fuera de la voluntad de Dios, es equivalente a pescar en el lado equivocado del bote. A veces luchamos, nos esforzamos, trabajamos y nos esmeramos tratando de hacer que algo grandioso suceda. Intentamos cambiar cosas, personas o a nosotros mismos. Intentamos obtener más dinero o una posición más alta en el trabajo. Podemos trabajar y trabajar de todas estas maneras y todavía no tenemos nada que demostrar por nuestros esfuerzos, excepto estar agotados.
¿Has atrapado algo últimamente? ¿Has logrado algo? además de estar desgastado? Si no, tal vez has estado pescando en el lado equivocado del bote.
Palabra Diaria: Señor, indícame el camino a seguir para no pescar fuera de Tu voluntad, sino ser digno de Tu provisión en los lugares que hayas dispuesto para mí conforme al camino que deseas que recorra.