Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación. (Salmos 25:4-5)
Si dejamos que las verdades de la Biblia llenen nuestra mente, guarden nuestras emociones e influencien nuestra conducta, Dios nos recompensará con abundancia. Si usted lee su Palabra y medita en ella, aprenderá a entender sus caminos. Esto no es algo que podemos descubrir por nosotros mismos, porque los caminos de Dios son diferentes a los nuestros: son más altos, más grandes y eternos.
Además, su relación con el Señor se volverá cada vez más íntima, porque Él ha decidido revelarse a quienes le buscan y obedecen sus mandamientos. Cuando usted vea que Dios cumple siempre sus promesas, su confianza en su fidelidad aumentará. No importa cuál sea la situación, sabrá que puede confiar en Él. Luego Dios transformará sus preocupaciones en una gozosa expectativa de lo que Él hará después en su vida. Aunque le esperen tiempos difíciles, tendrá el convencimiento de que el Señor los usará para traer bien a su vida.
Una vida basada en la verdad es poderosa. Quienes viven por la Palabra de Dios desarrollan discernimiento espiritual, que guía sus decisiones y los protege contra el engaño. Porque demuestran sabiduría y carácter santo, el Señor hace posible que impacten a otros en gran medida. Y porque Dios sabe que puede confiar en ellos, también les da mayores responsabilidades y oportunidades de servicio en su reino.
Con todo esto a nuestra disposición, ¿no sería sabio invertir nuestro tiempo en la Palabra de Dios? Las otras actividades que reclaman nuestra atención parecen muy importantes o placenteras, pero ninguna de ellas puede ofrecernos la riqueza espiritual de una vida basada en la verdad.
Oración:
Señor, renueva siempre mi disposición y disciplina para vivir por Tu Palabra y ayúdame a encontrar nuevamente el camino, cuando pueda en algún momento caer en distracciones que me alejen de Ti. Gracias Padre.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – Salmos 25
El Salmo 25 está lleno de afecto devoto hacia Dios, de infinidad de deseos hacia su favor y su gracia, y de animadas acciones de fe en sus promesas. Podemos aprender de ella: I. Qué es orar, v 1:15. II. Por lo que debemos orar: el perdón de los pecados (v. 6,7,18), la dirección en el camino del deber (v. 4,5), el favor de Dios (v. 16), la liberación de nuestros problemas (v. 17,18), la protección de nuestros enemigos (v. 20,21), y la salvación de la iglesia de Dios, v. 22. III. Lo que podemos pedir en la oración: por nuestra confianza en Dios (v 2,3,5,20,21), por nuestra angustia y la malicia de nuestros enemigos (v 17,19), por nuestra sinceridad, v. 21. IV. Qué preciosas promesas tenemos para animarnos en la oración: guía e instrucción (v 8,9,12), el beneficio de la alianza (v 10), y el placer de la comunión con Dios, v 13,14. Es fácil aplicar los distintos pasajes de este salmo a nosotros mismos mientras lo cantamos, pues a menudo tenemos problemas y siempre tenemos algo de lo que arrepentirnos ante el trono de la gracia.
Más Palabra Edificada / Verdad:
«La suma de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.» Salmos 119:160
«Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.» Juan 17:17
«y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» Juan 8:32
«En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa» Efesios 1:13
«El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.» Santiago 1:8
«Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.» Salmos 25:5
«Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.» Salmos 43:3
«Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.» Salmos 86:11
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6
» Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.» Juan 1:14
» Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.» Juan 1:17
«El que anda en integridad y hace justicia,
Y habla verdad en su corazón.» Salmos 15:2
«Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad según la verdad y lo conducente a la paz en vuestras puertas.» Zacarias 8:16
«Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.» Efesios 4:25
» Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.» 1 Juan 3:18