1 Corintios 12
1 Corintios 12 nos enseña que la iglesia es como un cuerpo: diversa en sus funciones, pero unida en su propósito. Cada creyente ha recibido un don que debe usar para edificar a los demás y glorificar a Dios. Nadie es prescindible en el cuerpo de Cristo, y todos dependemos unos de otros. Finalmente, se nos recuerda que el amor es el camino supremo, por encima de cualquier don espiritual.
La Diversidad de Dones, pero un Mismo Espíritu (1 Corintios 12:1-11)
Pablo enseña acerca de los dones espirituales y aclara que solo aquellos que confiesan que «Jesús es el Señor» lo hacen por el Espíritu Santo. Explica que, aunque hay diversidad de dones, ministerios y operaciones, todos provienen del mismo Espíritu, Señor y Dios.
Luego enumera algunos dones que el Espíritu concede a los creyentes:
- Palabra de sabiduría
- Palabra de ciencia
- Fe
- Dones de sanidades
- Milagros
- Profecía
- Discernimiento de espíritus
- Diversos géneros de lenguas
- Interpretación de lenguas
Pablo deja claro que es el Espíritu quien reparte estos dones soberanamente, según su voluntad.
El Cuerpo de Cristo: Unidad en la Diversidad (1 Corintios 12:12-26)
Pablo utiliza la metáfora del cuerpo humano para explicar la unidad y diversidad en la iglesia. Aunque el cuerpo tiene muchas partes, todas son necesarias y trabajan juntas. De igual manera, la iglesia es un solo cuerpo en Cristo, aunque esté compuesta por personas con distintos dones y funciones.
Ningún miembro puede considerarse más importante que otro. El ojo no puede despreciar a la mano, ni la cabeza a los pies. Los miembros que parecen más débiles son, en realidad, indispensables, y Dios ha dispuesto que se dé mayor honra a los que parecen menos importantes.
Pablo destaca que si un miembro sufre, todos sufren, y si uno es honrado, todos se alegran.
La Variedad de Ministerios en el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27-31)
Pablo recuerda a los corintios que son el cuerpo de Cristo y miembros individuales. Dios ha establecido diferentes roles y ministerios en la iglesia, tales como:
- Apóstoles
- Profetas
- Maestros
- Milagros
- Dones de sanidades
- Ayudas
- Administraciones
- Diversos géneros de lenguas
Pablo pregunta de manera retórica si todos tienen los mismos dones, dejando claro que no todos deben tener las mismas funciones. Finalmente, los exhorta a anhelar los dones mejores, pero les adelanta que hay un camino aún más excelente: el camino del amor, que presentará en el siguiente capítulo.
Versículo clave de 1 Corintios 12:
«Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.» 1 Corintios 12:12
Este versículo nos enseña una verdad fundamental sobre la iglesia: aunque somos muchos, en Cristo formamos un solo cuerpo. Cada creyente tiene un papel único y necesario en el cuerpo de Cristo, independientemente de sus dones, funciones o trasfondo. La unidad no significa uniformidad, sino una diversidad que trabaja armoniosamente bajo la dirección de Cristo, nuestra cabeza.
Este pasaje nos recuerda que todos tenemos un propósito en el plan de Dios. Debemos valorar y respetar los dones y funciones de otros, reconociendo que juntos cumplimos la misión de extender el evangelio y edificar a la iglesia.
Oración:
Señor, gracias porque me has hecho parte de tu cuerpo, la iglesia. Ayúdame a valorar mi función y a servir con humildad y amor. Enséñame a respetar y apoyar a mis hermanos en la fe, entendiendo que todos somos necesarios para cumplir tu propósito. Que nuestra unidad refleje tu gloria. En el nombre de Jesús, Amén.