1 Corintios 2
1 Corintios 2 nos enseña que la verdadera sabiduría proviene de Dios y no del conocimiento humano. La cruz de Cristo es el centro del evangelio, y solo aquellos que tienen el Espíritu Santo pueden comprender su significado. Este capítulo nos anima a depender del Espíritu Santo para entender las cosas de Dios y a confiar en el poder del evangelio en lugar de en la elocuencia humana. Como creyentes, tenemos la mente de Cristo, lo que nos permite vivir y pensar según su voluntad.
La Predicación de Pablo: Cristo Crucificado (1 Corintios 2:1-5)
Pablo recuerda a los corintios que cuando estuvo con ellos, no les predicó con palabras persuasivas de sabiduría humana, sino con demostración del Espíritu y de poder. Su mensaje y su predicación no se basaban en argumentos sofisticados, sino en Cristo crucificado. Lo hizo para que su fe no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder del Señor.
La Sabiduría de Dios Revelada por el Espíritu (1 Corintios 2:6-16)
Pablo explica que la sabiduría que él proclama no es la del mundo ni la de los gobernantes de este siglo, que perecen, sino la sabiduría de Dios, un misterio oculto desde antes de la creación para nuestra gloria. Los líderes del mundo no la entendieron, pues si la hubieran comprendido, no habrían crucificado al Señor de la gloria.
La verdadera sabiduría viene por revelación del Espíritu Santo, porque el Espíritu escudriña lo profundo de Dios y nos permite conocer lo que Dios nos ha concedido. El hombre natural no puede entender las cosas del Espíritu del Señor, porque le parecen locura; solo el hombre espiritual las puede discernir.
Pablo concluye con una afirmación poderosa: los creyentes tienen la mente de Cristo.
Versículo clave de 1 Corintios 2:
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” 1 Corintios 2:14
Este versículo nos enseña que las verdades espirituales no pueden ser comprendidas con una mente meramente humana, sino solo a través del Espíritu de Dios. Las personas que no tienen una relación con Dios pueden considerar el evangelio y las cosas espirituales como algo absurdo, porque su entendimiento está limitado a lo natural. Solo aquellos que han sido iluminados por el Espíritu Santo pueden discernir y comprender las verdades de Dios.
Este pasaje nos anima a depender del Espíritu Santo para entender y aplicar la Palabra de Dios en nuestra vida. También nos recuerda que, al compartir el evangelio, debemos orar para que El Señor abra el corazón y la mente de las personas, ya que solo Él puede traer revelación espiritual.
Oración:
Señor, gracias porque por tu Espíritu puedo comprender tu Palabra y conocer tu verdad. Ayúdame a depender de Ti para discernir lo espiritual y vivir conforme a tu voluntad. Dame sabiduría para compartir el evangelio con amor y paciencia, confiando en que Tú eres quien abre todos los corazones. En el nombre de Jesús, Amén.