1 Corintios 4
1 Corintios 4 nos llama a la humildad y fidelidad en el servicio a Dios. Nos recuerda que debemos evitar el orgullo, reconociendo que todo lo que tenemos proviene de Dios. También nos enseña que seguir a Cristo implica sacrificio y sufrimiento, pero que debemos responder con amor y paciencia. Finalmente, nos desafía a vivir de manera que nuestras acciones reflejen el poder del evangelio, no solo palabras vacías.
Los Siervos de Cristo y la Responsabilidad (1 Corintios 4:1-5)
Pablo describe a los apóstoles como administradores de los misterios de Dios y enfatiza que lo más importante en un siervo del Señor es que sea hallado fiel. Declara que no le preocupa el juicio de los hombres ni su propio juicio sobre sí mismo, porque el único que puede juzgar correctamente es el Señor. Por eso, exhorta a los corintios a no juzgar antes de tiempo, porque Dios traerá a la luz lo oculto y dará a cada uno su merecido.
No Gloriarse en los Hombres (1 Corintios 4:6-7)
Pablo advierte a los corintios que no deben sentirse superiores unos a otros ni enorgullecerse de lo que han recibido, como si no les hubiera sido dado por Dios. Todo lo que tienen es un regalo del Padre de los Cielos, y nadie debe jactarse de sus habilidades o posiciones dentro de la iglesia.
La Vida de los Apóstoles: Un Ejemplo de Humildad (1 Corintios 4:8-13)
Pablo contrasta la actitud arrogante de los corintios con la vida de sacrificio de los apóstoles. Mientras los corintios se consideraban ricos y satisfechos, los apóstoles vivían en debilidad, sufrimiento y desprecio. Pablo describe la dura realidad del ministerio apostólico: hambre, persecución, maltrato y humillación. Sin embargo, responden con bendición, paciencia y amor.
La Corrección Amorosa de un Padre Espiritual (1 Corintios 4:14-21)
Pablo aclara que no escribe para avergonzar a los corintios, sino para amonestarlos como un padre espiritual. Aunque tienen muchos maestros, Pablo fue el que los engendró en Cristo a través del evangelio. Por eso, les pide que lo imiten, como un hijo imita a su padre. También anuncia que enviará a Timoteo para recordarles sus enseñanzas.
Pablo concluye advirtiendo que pronto irá a ellos y descubrirá si su arrogancia tiene base real. Les pregunta si quieren que venga con vara de disciplina o con amor y mansedumbre.
Versículo clave 1 Corintios 4:
“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.” 1 Corintios 4:2
Este versículo nos recuerda que, como creyentes, somos administradores de los dones, talentos y recursos que Dios nos ha confiado. No somos dueños de lo que tenemos, sino siervos llamados a ser fieles en el uso de lo que Dios nos ha dado. La fidelidad es el estándar que Dios espera de nosotros, más allá del éxito o el reconocimiento humano.
Este pasaje nos desafía a examinar nuestra vida y preguntarnos si estamos siendo fieles en nuestra relación con Dios, en nuestro servicio y en la manera en que usamos los recursos que Él ha puesto en nuestras manos. La fidelidad es una característica esencial del verdadero seguidor de Cristo.
Oración:
Señor, ayúdame a ser un administrador fiel de todo lo que me has confiado. Que mi vida refleje compromiso, integridad y amor por Ti en cada área. Enséñame a servir con humildad y a vivir de manera que te honre en todo lo que hago. En el nombre de Jesús, Amén.