Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de 1 Samuel 9. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El significado de 1 Samuel 9 trata de la predicción de Samuel sobre Saúl. Así, Saúl, que se convirtió en el primer rey de Israel, no tenía originalmente ningún deseo de poder político y poco interés en el ministerio espiritual de Samuel. Sin embargo, como hijo de un rico terrateniente, estaba más preocupado por la pérdida de los burros de su padre y por la preocupación que podría causar a su padre al estar tanto tiempo fuera en busca de ellos (1 Samuel 9:1-5). Así que esta preocupación le llevó a buscar la ayuda de Samuel. Pensó que Samuel, con su capacidad de ver visiones y hacer predicciones, podría decirle dónde estaban los burros (1 Samuel 9:6-14).
Resúmen de versículos
9.1- 10.27 – Este pasaje registra el comienzo de la monarquía y cómo Saúl fue ungido en privado por Samuel y luego presentado públicamente ante Israel.
9.1 – El padre de Saúl, Cis, era de la tribu de Benjamín. El término un hombre altivo en fuerza sugiere que era una especie de señor feudal: rico terrateniente y líder en tiempos de guerra. El mismo término se utiliza para Booz (Rt. 2:1).
9.2 – El nombre de Saúl significa el que ha sido requerido. El joven era sorprendente tanto por su estatura -desde los hombros hacia arriba sobresalía de toda la gente- como por su aspecto, tan apuesto […] no había otro hombre más guapo que él. Saúl fue agraciado con lo que parecía ser un gran potencial de liderazgo y servicio. Llevaba en sí mismo las características que se esperaban de un rey como los reyes de todas las naciones (1 Sam 8,5).
9.3 – La historia pasada de Saúl es admirable en muchos aspectos. A pesar de su formidable aspecto y personalidad, su padre lo envía a un simple viaje como cualquier otro hijo. Más adelante, el autor utiliza el motivo del viaje para desarrollar uno de los temas de este libro. Saúl sale a buscar burros, totalmente ajeno al hecho de que sería encontrado (como sugiere el significado de su nombre, en el v. 2) para una gloria mucho mayor.
9.4 – La búsqueda de los asnos de su padre llevó a Saúl al norte de su casa en Gabaa (1 Sam 10.26), a lo largo de las montañas de Efraín. Efraín era la herencia tribal del hijo de José (Gn 41.50-52), directamente al norte de Benjamín (Jos 16).
9.5 – Y se aflige por nuestra causa. Estas palabras hablan de una persona responsable y sensible a las necesidades de los demás. Las palabras también hablan bien de Kish, el padre de Saúl. La historia de Saúl es un ejemplo clásico de tragedia en su sentido literal. Como en las historias de un gran rey griego, Saúl era poseedor de una hermosa apariencia, grandes habilidades y características notables que lo llevaron a un alto poder en su nación, sin embargo, más tarde, debido a fallas internas, decayó y se convirtió en un gran fracaso.
9.6 – En esta ciudad se refiere a Ramá, la ciudad donde Samuel fue a vivir después de la destrucción de Silo (1 Sam. 1:1; 8:4). El término hombre de Dios se refiere a alguien que fue reconocido por su ministerio profético (1 Reyes 12.22; 13.1; 2 Reyes 23.17).
9.7 – Y no tenemos ningún regalo que llevar al hombre de Dios; ¿qué tenemos? Saúl estaba preocupado, pues no tenía ningún regalo que ofrecer a Samuel por ayudarle a encontrar los asnos perdidos. Reconoció el principio de la remuneración por los servicios prestados (1 Cor. 9:5-14). En este breve relato es posible identificar cualidades formidables en Saúl. Y cuando se juntan todas estas cualidades, es inevitable no admirarlas; y su triste y trágico final produce ciertamente aún más asombro. También es posible observar que muchas de las admirables cualidades de su hijo Jonatán (1 Sam 18.20) y, tal vez, de su hija Mical (1 Sam 18.19) se transmitieron en casa y bajo la dirección de Saúl. ¿Fue un buen ejemplo de padre registrado en la Biblia?
9.8 – El siervo de Saúl encontró inesperadamente con él un cuarto de siclo de plata, o tres onzas de plata (nvi) , que serviría para compensar adecuadamente al profeta. Un siclo equivalía a 12 gramos (nv i).
9.9,10 – Este verso es una nota que explica una antigua costumbre para los lectores israelitas. Vidente (hb. ra’â, ver) se refiere a quien es capaz de ver lo que está oculto a los ojos de la gente común. Profeta (hb. naba, profetizar) se refiere a alguien que habla en nombre de Dios (Ex. 7:1).
9.11 – Mientras subía por la cuesta de la ciudad. La ciudad es Ramah.
9.11-15- El lugar alto (hb. bamâ) era un lugar de culto que se encontraba en la cima de una colina o en una plataforma artificial en un templo. Los cananeos eran conocidos por construir sus lugares de culto en lugares altos (Núm. 33.52; Dt. 12.2-5). Los israelitas devotos parecen haber aprovechado legítimamente el mismo recurso después de la destrucción de Silo y antes de la construcción del templo de Salomón (1 Re 3,2). Desgraciadamente, el mal uso de estos lugares elevados para adorar a falsos dioses acabó minando el culto a Dios y contribuyó al aumento de la idolatría en Israel (1 Re 11,7; 12,26-33).
9.16,17 – A quien ungirás como capitán sobre mi pueblo Israel. Parece importante que aquí se haga referencia a Saúl como capitán (hb. nagid, también traducido como príncipe, gobernador o líder), y no como rey (hb. meleic). En realidad, el trono pertenecía a la línea de Judá (Gn. 49:9, 10).
9.18 – Pedirle a Samuel la dirección de la casa del vidente a la entrada de la ciudad fue el último paso en la notable secuencia de eventos que Dios dispuso soberanamente para permitir que Saúl fuera ungido.
9.19 – La afirmación y todo lo que hay en tu corazón no parece referirse al asunto de los asnos, pues Samuel aseguró inmediatamente a Saúl que los animales ya habían sido encontrados. Tal vez Saúl estaba pensando en los problemas de los filisteos.
9.20 – Todo el deseo de Israel. Samuel probablemente tenía en mente el honor y los privilegios que llegarían a Saúl y su familia a través de la monarquía.
9.21 – De la más pequeña de las tribus de Israel. Benjamín era la segunda tribu más pequeña en el primer censo después de que los israelitas salieran de Egipto (Núm. 1.36,37) – La tribu fue reducida a 600 hombres de guerra durante el castigo de Benjamín por la atrocidad cometida en Gabaa (Jue. 19.20).
La más pequeña de todas las familias. Estas palabras contienen un cierto sentido de autodesprecio, sobre todo a la vista de la descripción que se hace del padre de Saúl (véase la nota 9.1).
9.22 – Samuel tomó a Saúl y a su criado y los condujo a la cámara. La cámara era el lugar donde se sentaban las personas más importantes para las ceremonias de sacrificio en el lugar alto.
9.23 – Samuel le dijo al cocinero: «Dame la porción que te di. Samuel había recibido instrucciones de Dios de estar preparado para este encuentro tan especial.
9.24 – Entonces el cocinero tomó la paleta […] y la puso delante de Saúl. El propósito de darle a Saúl el hombro era para honrarlo en presencia de los demás invitados (Gn. 43:34).
9:25,26 – Samuel llamó a Saúl a la azotea. Las casas del antiguo Israel solían tener un tejado plano (eirado) que podía utilizarse para secar el lino o como lugar de descanso. Parece que Saúl había pasado esa noche en el tejado (v. 26).
9:27 – Dile al joven que pase delante de nosotros. El proceso de unción de Saúl sería privado. Entonces sería instituido públicamente como rey ante toda la nación de Israel (1 Sam. 10:17-27).
Devocional:
Dijo entonces Saúl a su criado: Dices bien; anda, vamos. Y fueron a la ciudad donde estaba el varón de Dios. (1 Samuel 9:10)
Cuando los ancianos dejaron la presencia de Samuel y volvieron a sus casas, la noticia de que Israel tendría un rey se extendió rápidamente. ¿Quién sería el rey? ¿Cómo se pondrían de acuerdo las doce tribus sobre la persona que sería el rey? Seguramente los ancianos de Israel, que habían pedido un rey, tenían sus propias ideas sobre quién debía ser el rey; alguien de su propia tribu, por supuesto. Esperando la dirección de Dios, Samuel estaba ciertamente rezando para ser guiado y su fe era tal que aceptaría fácilmente a quien Dios eligiera.
Y el Señor se valió de acontecimientos ordinarios para hacer que Saúl y Samuel se encontraran. A medida que Saúl y su criado viajaban por el país, preguntando por sus asnos perdidos, se iba haciendo más conocido. Iba bien vestido, tenía un porte noble y llevaba un sirviente con él. Así que era alguien importante y no un simple campesino. Viendo su aspecto exterior era natural que la gente pensara: «Ese es el tipo de hombre que necesitamos para ser nuestro rey».
Algunas actividades que consideramos ordinarias son utilizadas por Dios, en su providencia, para cumplir su propósito. La gente de fe mira hacia atrás y se da cuenta de esta verdad. Agradezcamos al Señor el hecho de que «todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios y viven para cumplir todos sus propósitos.» Todas las pruebas son para nuestro bien.
Oración:
Señor, que veamos el bien de la prueba que se levanta frente a nosotros y que tomemos de ella la lección para crecer en nuestro servicio a Ti, con mayor amor y compromiso, justo como Tu lo esperas de cada uno de Tus hijos.
