Biblia Devocional en 1 Año: 1 Timoteo 1

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1 Timoteo 1

1 Timoteo 1 nos recuerda la importancia de la sana doctrina y del amor como meta de toda instrucción espiritual. Nos advierte contra las falsas enseñanzas y el mal uso de la ley, y nos muestra cómo la gracia de Dios transforma incluso al más pecador, como ocurrió con Pablo. Finalmente, nos desafía a luchar con fe y buena conciencia, protegiendo el evangelio con firmeza y fidelidad.

Saludo e Instrucción Inicial (1 Timoteo 1:1-2)

Pablo se presenta como apóstol de Jesucristo por mandato de Dios y dirige esta carta a Timoteo, a quien llama su verdadero hijo en la fe. Le desea gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor.

Advertencia contra las falsas enseñanzas (1 Timoteo 1:3-7)

Pablo recuerda que dejó a Timoteo en Éfeso con el propósito de ordenar a algunos que no enseñen doctrinas diferentes, ni se ocupen de leyendas o genealogías interminables que solo provocan discusiones y no edificación en la fe.

El objetivo de esta instrucción es el amor que brota de un corazón limpio, buena conciencia y fe sincera. Algunos se han desviado de esto y desean ser maestros de la ley, aunque no entienden ni lo que dicen ni lo que afirman con seguridad.

Uso legítimo de la ley (1 Timoteo 1:8-11)

Pablo enseña que la ley es buena si se usa legítimamente, no para los justos, sino para los:

  • Impíos y pecadores,
  • Irrespetuosos y homicidas,
  • Inmorales y pervertidos,
  • Secuestradores, mentirosos y perjuros,
    y para todo lo que se opone a la sana doctrina, que está de acuerdo con el glorioso evangelio del Dios bendito, el cual le fue confiado.

La misericordia mostrada a Pablo (1 Timoteo 1:12-17)

Pablo da gracias a Cristo por haberle fortalecido y puesto en el ministerio, aunque antes fue blasfemo, perseguidor e injuriador. Pero recibió misericordia por ignorancia, y la gracia de Dios fue sobreabundante con fe y amor en Cristo.

Declara que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y él mismo se considera el primero de ellos, como un ejemplo de la paciencia perfecta de Cristo para con todos los que habrían de creer.

Versículo clave:
«Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero» (1 Timoteo 1:15).

Concluye esta sección con una doxología:

«Al Rey eterno, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.»

Encargo a Timoteo y Advertencia Final (1 Timoteo 1:18-20)

Pablo encarga a Timoteo que lucha la buena batalla, manteniendo la fe y una buena conciencia. Algunos han rechazado esto y naufragaron en la fe, como Himeneo y Alejandro, a quienes Pablo entregó a Satanás para que aprendan a no blasfemar.

Versículo clave de 1 Timoteo 1:5:

“Pero el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida.”  1 Timoteo 1:5

Este versículo revela la esencia de la enseñanza cristiana: no se trata solo de normas o conocimiento, sino de producir un amor genuino en el corazón del creyente. Pablo le recuerda a Timoteo que el verdadero propósito de la instrucción en la fe es formar un carácter que refleje a Cristo: un amor que nace de un corazón limpio, una conciencia recta y una fe sincera.

Este pasaje nos llama a evaluar nuestras motivaciones espirituales. ¿Es nuestro amor auténtico? ¿Nuestra fe es verdadera o fingida? Dios desea transformar nuestro interior para que nuestras acciones fluyan de una vida purificada por Él.

Oración:

Señor, purifica mi corazón y fortalece mi fe para que mi amor sea verdadero, sin fingimiento. Ayúdame a vivir con una conciencia limpia delante de Ti y de los demás. Que cada palabra y acto reflejen tu verdad y tu amor en mí. En el nombre de Jesús, Amén.