(Lee al final el estudio un devocional de 2 Crónicas 34. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El sentido de 2 Crónicas 34 habla del reinado de Josías y de la Reforma. Por lo tanto, Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar y reinó treinta y un años en Jerusalén. Además, el contenido de este capítulo se encuentra también en 2 Reyes, 22:1 y 2 Reyes 23:30. Así pues, hizo lo que el Señor aprueba y siguió los caminos de David, su predecesor, sin desviarse ni a derecha ni a izquierda (2 Crónicas 34:1-2).
Resúmen de versículos
34.1-3-La expresión de las arboledas corresponde al término postes-ídolos [término que se encuentra en la versión a r a J. Eran estacas dedicadas a Asera, la diosa cananea de la fertilidad (2 Cr. 33.3). Las imágenes fundidas eran como las imágenes esculpidas, sólo que hechas de metal fundido (Éx. 32:4,8; Is. 42:17; Os. 13:2).
34.4 – La actitud de Josías al destruir los altares e ídolos construidos por su abuelo, Manasés, y su padre, Amón, recuerda a la de Moisés al triturar el becerro de oro y esparcir su polvo sobre las aguas (Éx. 32.20).
34.5 – Y quemó los huesos de los sacerdotes. Este acto de Josías, ocurrido en Bethei, confirmó las palabras del profeta de Judá en tiempos de Jeroboam I, rey de Israel (1 Re 13,1,2; 2 Re 23,15,16). El profeta había mencionado a Josías por su nombre 300 años antes.
34.6,7 – La limpieza de Josías de los cultos idólatras no se limitó a Judá y Bethei, sino que se extendió desde el sur -Simeón- hasta el norte -Naftalí-. Israel había sido subyugado por Asiria durante un siglo, y nuevos movimientos religiosos, como los samaritanos, se habían establecido en la región (2 Re 17,24-31; 23,19).
34.8 – Safán era un escriba o secretario del rey (2 Cr. 34.15), responsable de los registros estatales, que debían incluir los planos y especificaciones del templo, que fue reparado siguiendo estrictamente su modelo original. El cargo de alcalde de la ciudad [gobernador de la ciudad, en la versión nvi] era como el del alcalde actual (2 Cr. 18.25).
Un registrador [cronista, en el ara] llevaba un diario real. Los acontecimientos oficiales se anotaban debidamente para la posteridad. El trabajo de hombres como Joás proporcionó fuentes para historiadores de épocas posteriores, como el autor de Crónicas (1 Cr. 18.15 en ara).
34.9 – Jilquías era probablemente el sumo sacerdote de la genealogía de 1 Crónicas 6.13 (cf. Ed 7.1).
34.10,11– La obra de Josías de restauración de lo destruido incluyó no sólo la reparación del templo y los edificios cercanos, sino también la reforma de las fortificaciones (2 Cr. 15:8; 24:5; 28:24; 29:6,7; 32:5).
34.12–Los hijos de Merari y los coatitas eran dos de los tres clanes de Leví (1 Cr. 6:1,16; 23:6).
34.13-16–Safán le dio el libro al rey no sólo porque era el escriba, sino que también sabría dar fe de la autenticidad del texto y decirle al rey si era importante.
34.17-19 – El rey se rasgó las vestiduras. Uno tiene la impresión de que ésta era la primera vez que Josías veía una copia de las Escrituras y que nunca había oído a otra persona hacer la lectura de las mismas. Esto no significa que no conociera los escritos de Moisés, pues seguramente sus enseñanzas se conservaron durante la Apostasía, al menos oralmente. En una época de producciones literarias masivas, es difícil para el lector moderno imaginar una época en la que cualquier composición, incluso la Biblia, sólo existiera en unas pocas docenas de ejemplares como máximo. Esta era la situación en el mundo antiguo, aunque es totalmente posible que toda la tradición literaria se hubiera perdido. La reacción de Josías no debe explicarse en términos de novedad sobre lo que había oído, sino más bien porque nunca había oído y visto una copia de la Palabra de Dios con sus propios sentidos. El impacto de esto es devastador porque él sabía hasta qué punto la nación se había desviado de sus principios.
34.20,21 – Josías sabía que el rollo contenía el libro de la Ley del Señor, pero no sabía qué hacer con las palabras de ira y juicio que contenía.
Nuestros padres no guardaron… todo lo que está escrito. Josías quería saber lo que Dios exigía de él, porque tenía toda la intención de cumplirlo.
34.22 – Hulda es una de las cuatro mujeres profetisas nombradas en el Antiguo Testamento. Las otras tres son Miriam (Éx 15,20), Débora (Qz 4-4) y Noadías (Neh 6,14). El trabajo de Salum consistía en supervisar la custodia y distribución de las prendas que llevaban los sacerdotes y levitas en el desempeño de sus funciones. La segunda parte era probablemente un suburbio de Jerusalén, cerca de la Puerta del Pescado, al norte de la ciudad (Sof 1,10).
34,23 – La expresión Así dice Yahveh indica que las palabras de Hulda eran una profecía.
34.24,25 – Escrito en el libro. Tanto el libro del Deuteronomio como el Levítico contienen largas listas de bendiciones y maldiciones asociadas a la alianza con Israel (Deut. 28; 29).
34.26-28 – He aquí que yo os reuniré con vuestros padres. En el contexto del mensaje completo, ésta era una promesa de que Josías moriría y sería enterrado entre los suyos y no en tierra extranjera. La promesa de Hulda de que Josías moriría en paz significaba que se le libraría del mal por el que sería juzgado Judá. Josías murió en tiempos de guerra (2 Cr. 35:23,24), pero no fue en tiempos de maldad. Éste llegó más tarde, cuando los ejércitos babilonios capturaron Jerusalén (2 Cr. 36:17-20).
34:29,30 – El término libro de la alianza hace referencia al libro de la Ley del Señor (2 Cr. 34:14), el Pentateuco. Josías estaba a punto de dirigir a la comunidad para renovar la alianza. La lectura del rollo formaba parte de sus obligaciones como rey (Dt. 17:18-20).
34.31 – Pocos reyes de Judá prometieron seguir al Señor como Josías. Después de David, sólo Joás, Ezequías y Josías se comprometieron públicamente (2 Cr. 23.3; 29.10; 1 Cr. 17.7-14). Fueron mejores que los demás reyes de Judá e Israel. Los términos mandamientos, testimonios y estatutos eran términos técnicos que se referían a la alianza (Dt. 4-40, 45; 5.31; 6.1,17).
34.32,33 – Sabemos que el compromiso de Josías con el Señor era real porque eliminó todas las abominaciones, que incluían todos los ídolos que habían introducido los reyes anteriores.
Devocional:
A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas. (2 Crónicas 34:3)
Josías, motivado por una devoción total a Dios, se propuso un firme propósito. Destruyó los lugares altos, los altares de Baal, los ídolos, las imágenes de metal y todo lo que en Israel no agradaba al Señor.
El rey tomó su decisión y «no se desvió ni a derecha ni a izquierda» (v. 2). Y la reforma que siguió tuvo tanto éxito que consta que «cuantos se hallaron en Israel» sirvieron al Señor, su Dios, y mientras vivió Josías «no se apartaron de seguir al Señor» (v. 33).
Toda una nación fue restaurada a una relación correcta con Dios simplemente porque un líder, a pesar de su juventud e inexperiencia, decidió obedecer a Dios a cualquier precio.
En ningún otro momento de la historia ha sido más necesario el valor intrépido de Josías que en nuestros días. Así como Dios obró a través de Josías, obrará con todos, jóvenes, ancianos, hombres o mujeres, que pongan su corazón en servir a Dios sin el menor compromiso con las cosas mundanas, sino con la total fidelidada las maravillosas y eternas cosas de Nuestro Padre Celestial.
Oración:
Señor, que no disminuya en ninguna medida mi deseo de cumplir Tu Palabra, estudiarla, comprenderla y serguirla cada día más, para hacer en todo momento Tu voluntad, glorificarte y rendir el fruto que quieres que yo rinda, para ser testimonio e instrumento propicio de Tu Reino. En El Nombre de Jesús, Amén.