Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de 2 Reyes 25. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El sentido de 2 Reyes 25 habla de la destrucción de Jerusalén. Sedequías, sin embargo, siguió el consejo del partido pro egipcio y se rebeló contra Babilonia. Entonces, en el noveno año del reinado de Sedequías, el día diez del décimo mes, Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó contra Jerusalén con todo su ejército. Acampó frente a la ciudad y construyó rampas de ataque a su alrededor. La ciudad se mantuvo sitiada hasta el undécimo año del reinado de Sedequías.
Nabucodonosor decidió aplastar a la ciudad rebelde de una vez por todas. Cuando Egipto acudió en ayuda de Jerusalén, el asedio se suspendió temporalmente, pero Jeremías advirtió que esto sólo haría que Babilonia estuviera más decidida a aplastar a Judá, y a Egipto con ella. El partido pro egipcio acusó a Jeremías de traidor y lo arrestó ( Jeremías 37:1-21; Jeremías 38:1-28).
Resúmen de versículos
25.1,2 – El undécimo año. El asedio de Jerusalén duró casi dos años (v. 1). Una comparación con otros textos del Antiguo Testamento arroja la siguiente información sobre los últimos días de Jerusalén: el derribo de los muros de esa ciudad por Babilonia y la huida de Sedequías (v. 3-7; Jer. 39:2-7; 52. 6-ll); el encarcelamiento de Jerusalén y sus ciudadanos (v. 8-12; Jer. 39:8-10; 52:12-16; 2 Cr. 36:19); el saqueo de la ciudad (v. 13-17; Jer. 52:17-23; 2 Cr. 36:18); la ejecución de funcionarios y la deportación de ciudadanos (v. 18-21; Jer. 52:24-30; 2 Cr. 36:17,20,21), perdonando a Jeremías (Jer. 39:11-14).
25.3,4 – La ruta de escape de Sedequías tuvo lugar entre dos murallas, cerca del jardín real, al sureste de la ciudad.
25.5,6 – Tras su captura, Sedequías fue llevado a Riblá, junto al río Orontes, en Siria, que era el campamento cuartel general de las campañas occidentales de Nabucodonosor. Joacaz había sido llevado allí anteriormente, por el faraón Neco (2 Re 23,33).
25:7-9 – Le sacaron los ojos a Sedequías. Los anales del antiguo Oriente Próximo mencionan a menudo la fuga de ojos de los pueblos conquistados. La última escena que vio Sedequías fue la recompensa por la insensatez de su pecado: el horrible espectáculo de la muerte de sus hijos. Mantuvo este acontecimiento grabado en su memoria hasta que murió en una prisión babilónica (Jer 52,11).
25.10-16 – Las murallas que rodeaban Jerusalén permanecieron en ruinas un siglo y medio (Neh. 2.11-6.16).
25.17 – Tal vez tres codos era la altura del capitel sin contar la ornamentación, pues 1 Reyes 7.16 y Jeremías 52.22 registran la altura del capitel como de cinco codos.
25:18-20 – Aunque Seraías fue ejecutado en Ribla (v. 21), su hijo Josadac sólo fue deportado (1 Cr. 6:15). De la línea de Josadac vendría Esdras, el sacerdote y gran reformador que un día regresaría a Jerusalén y continuaría la obra de Seraías (Ed. 7:1). El segundo sacerdote martirizado, Sofonías, puede ser el sacerdote mencionado por Jeremías (Jer 21,1; 29,5). Jerusalén sería menos propensa a futuras revueltas con la ausencia de los principales funcionarios religiosos y civiles.
25.21 – Al igual que Israel (2 Re 17-18), Judá fue hecha prisionera a causa de su apostasía.
25.22 – El padre de Gedalías, Ajicam, había apoyado a Jeremías en sus luchas contra los funcionarios apóstatas de Judá Jer 26.24). La formación de Gedaliah y su ascendencia de una familia conocida por su postura contraria a las instituciones oficiales sin duda le hicieron aceptable para los babilonios. Al profeta Jeremías, perdonado por los babilonios (Jer 39.11-14;40.15), se le permitió quedarse y ayudar a Gedalías en el proceso de reconstrucción de Judá (Jer 40.6). Hay una confirmación de la importancia de Gedaliah en un sello recuperado en Laquis que lo menciona como alguien «sobre la casa», es decir, un administrador superior.
25.23-26 – Mispá había sido durante mucho tiempo un centro de suma importancia espiritual y política (1 Sam 10.17; 1 Re 15.22). Era un lugar ideal para el gobierno de la provincia. En cuanto al nombre Jazaniah, aparece en un sello encontrado en Mispah. Los asesinatos de Ismael y el papel de Johanán en los hechos son detallados por Jeremías (Jer 40,7-43,7).
25.27 – Merodac sucedió a Nabucodonosor y reinó poco tiempo (561-560 a.C.) Las tablillas del reinado de Nabonido (555-539 a.C.) registran las provisiones diarias de Joaquín, al que llaman «Yaukin, rey del país de Yahud (Judá)».
25.28-30 – Y le habló amablemente. La bondad del malvado Merodac hacia Joaquín pone fin al segundo libro de los Reyes con un rayo de esperanza. El exilio no fue el fin de Israel ni del linaje davídico.
Devocional:
Y le cambió los vestidos de prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida. (2 Reyes 25:29)
Último capítulo del relato de los reyes de Israel y vemos los desastrosos resultados derivados de las malas elecciones. Sedequías fue arrestado y le sacaron los ojos; el pueblo fue llevado cautivo; Jerusalén fue destruida, incluidas sus murallas; el templo del Señor fue profanado y todos sus utensilios llevados a Babilonia. Las consecuencias de un pueblo alejado de Dios son aterradoras. La demolición de las murallas de la ciudad fue mucho más allá de los muros físicos. El pueblo había rechazado la protección del Señor. Porque «si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigila el centinela» (Sal.127:1).
Gedalías también sufrió las consecuencias de confiar más en la palabra de los hombres que en Dios: «No temas a los caldeos; quédate en la tierra, sirve al rey de Babilonia y te irá bien» (v.24). Y al poco tiempo fue asesinado por aquellos a los que había acogido.
No hay cobijo, ni seguridad, ni refugio fuera de la presencia de Dios. En esta batalla Daniel y sus amigos fueron llevados cautivos, pero eligieron permanecer fieles al Señor incluso en tierra extranjera. Hoy, mi amada, el Eterno nos invita a descansar en Él. Dios nos invita a que hagamos de Él nuestro refugio, y seguro que siempre estaremos a salvo.
Babilonia representa todo lo que es contrario a la voluntad de Dios; todo lo que nos aleja del plan original del Señor. Y ante el último tiempo de oportunidad en el que vivimos, debemos estar muy atentos a las palabras de advertencia: «Huid de en medio de Babilonia, y salve cada uno su vida, y no perezcáis en su maldad, porque es tiempo de venganza del Señor: Él le dará su merecido» (Jer.51:6). Una falsa seguridad se cierne sobre este mundo y multitudes han caído en el mismo error que Eva al creer las sabias palabras de Satanás: «No moriréis ciertamente» (Gen.3:4).
Hay una Babilonia en estos últimos días, de la que debemos retirarnos (Ap.18:4). Y para mantenernos alejados de ella y de sus prácticas, necesitamos escuchar la Palabra de Dios. Muy pronto, Jesús regresará y cambiará nuestras «vestiduras de prisión» (v.29) por las vestiduras blancas de Su justicia, nuestra pobreza por Su «sustento» (v.30), y nos regocijaremos en Su presencia por toda la eternidad. Persevere en el examen de las Escrituras. Por fe, escuche al Espíritu Santo que le habla «graciosamente» (v.28). Continúen siendo reavivados y santificados por la Palabra, entonces estarán fundados sobre la Roca, que es Cristo, y nada podrá sacudir las estructuras de su fe.
¡Feliz día, cimentados de pie sobre la Roca del Señor!
Oración:
Señor fortalece mi fe cada día y en cada paso que dé, y también mi disciplina y cumplimiento de Tu Palabra para estar cimentado y fundamentado siempre en Ti, que eres mi roca y refugio, mi esperanza en todo tiempo y mi Pastor y Salvador. Te lo Pido, En El Nombre de Jesús, Amén.
