Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de Cantares 5. Esperamos sea de bendición para ti)
Cantares 5: La Búsqueda Apasionada y la Confirmación del Amor
El quinto capítulo del Cantar de los Cantares es una continuación de la exploración poética del amor, enfocándose en la búsqueda apasionada y el reconocimiento de la profundidad del compromiso amoroso. Este capítulo nos lleva a través de un viaje emocional donde la amada busca al amado y reflexiona sobre su amor.
La Búsqueda del Amado (Cantares 5:1-8)
Tras la invitación de la amada en el capítulo anterior, el amado entra en el jardín y declara que ha recogido su mirra y especias, comido su panal y miel, y bebido su vino y leche, indicando una unión consumada y satisfactoria (Cantares 5:1). Sin embargo, pronto surge una separación: el amado se ha ido, y la amada se encuentra buscándolo desesperadamente. Describe su angustia y su intensa necesidad de encontrarlo, lo que refleja la profundidad de su amor y deseo por él. Los guardias, que encuentran a la amada en su búsqueda, simbolizan las dificultades y los malentendidos que a veces se encuentran en las relaciones amorosas (Cantares 5:7).
El Elogio del Amado (Cantares 5:9-16)
En medio de su búsqueda, la amada es cuestionada por las hijas de Jerusalén sobre qué hace que su amado sea tan especial. Ella responde con un detallado y apasionado elogio de sus cualidades físicas y su carácter, destacando su excepcionalidad y valor. Cada descripción —su cabeza como el oro más fino, sus ojos como palomas junto a arroyos de agua, sus manos como cilindros de oro— no solo realza su belleza física, sino también su fuerza, dignidad y valor (Cantares 5:11-14). La amada concluye declarando, «Este es mi amado, y este es mi amigo» (Cantares 5:16), subrayando la combinación de amor romántico y compañerismo profundo en su relación.
Interpretación Alegórica y Espiritual
Alegóricamente, Cantares 5 puede interpretarse como la búsqueda del creyente por Dios, especialmente en tiempos de sentimiento de separación o lejanía. La intensa búsqueda de la amada refleja el anhelo del alma humana por la presencia divina. Las dificultades encontradas en el camino simbolizan las pruebas y tribulaciones que los creyentes enfrentan en su camino espiritual.
El detallado elogio del amado puede verse como una expresión del reconocimiento y la admiración del creyente hacia Dios, destacando no solo su majestad y belleza, sino también su cercanía y accesibilidad como amigo y compañero en medio de las pruebas y adversidades de la vida que surgen en medio de cumplir el propósito para el que El Señor ha creado a cada uno de sus hijos.
Versículo clave de Cantares 5:
«Abrí yo a mi amado; pero mi amado se había ido, había ya pasado; y mi alma se desmayó cuando él habló. Lo busqué, y no lo hallé; lo llamé, y no me respondió.» Cantares 5:6
Este versículo refleja profundamente la naturaleza dinámica y a menudo misteriosa de la relación entre el alma humana y lo divino. La amada, que representa al creyente, abre su corazón al amado (Dios), pero encuentra que Él se ha ido. Esta experiencia es emblemática del anhelo espiritual y la búsqueda compleja de la presencia del Señor en medio de las pruebas. La sensación de que Dios ha «pasado» puede simbolizar los momentos en la vida espiritual donde, a pesar de nuestra disposición y apertura, sentimos una ausencia o lejanía del cuidado de Nuestro Padre Celestial, llevados a esa reflexión, por la decepción, la amargura y la desesperación en la que nos envuelve la tribulación por la que pasamos.
La búsqueda incesante del amado y la falta de respuesta inmediata ilustran la naturaleza de la fe y la perseverancia requerida en la jornada espiritual. En la vida de fe, no siempre encontramos respuestas claras o sentimos la presencia de Dios de manera tangible. Sin embargo, esta búsqueda no es en vano; es una parte integral del crecimiento espiritual y del fortalecimiento de la fe.
Este versículo también sugiere que la presencia de Dios, aunque a veces parezca elusiva, es profundamente anhelada y esencial para el alma. El «desmayo» de la amada al no encontrar a su amado destaca la importancia vital de esta relación espiritual. En la búsqueda de Dios, el creyente aprende a confiar y a perseverar, incluso en la ausencia percibida de respuestas o señales claras.
En última instancia, Cantares 5:6 nos enseña que la búsqueda de Dios es un viaje lleno de esperanza y fe, donde cada paso de anhelo y cada acto de abrir el corazón, aunque a veces se encuentre con el silencio, nos acerca más a la presencia divina y a una comprensión más profunda de nuestro lugar en el plan que Dios ha diseñado para Su creación.
Oración:
