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Colosenses 4
Colosenses 4 nos recuerda la importancia de la oración constante, el testimonio sabio ante los no creyentes, y la unidad del cuerpo de Cristo. También vemos cómo Pablo valoraba profundamente a sus colaboradores, mostrando que el ministerio cristiano es una obra colectiva. Finalmente, nos desafía a cumplir fielmente el llamado que hemos recibido del Señor, sirviendo con amor, gracia y perseverancia.
Instrucciones para Amos y la Vida Espiritual (Colosenses 4:1-6)
Justicia en el trato a los siervos (4:1):
Pablo comienza exhortando a los amos (jefes o empleadores) a tratar con justicia y equidad a sus siervos, recordando que ellos también tienen un Amo en los cielos, es decir, Dios.
La oración y la sabiduría hacia los de afuera (4:2-6):
- Perseveren en la oración, con vigilancia y agradecimiento.
- Oren por Pablo y sus compañeros, para que Dios abra puertas al evangelio y puedan hablar del misterio de Cristo con claridad.
- Vivan sabiamente con los no creyentes, aprovechando bien el tiempo.
- Que su hablar sea siempre con gracia, sazonado con sal, mostrando sabiduría en cada respuesta.
Saludos y Reconocimientos Finales (Colosenses 4:7-18)
Pablo menciona a varios colaboradores fieles del evangelio:
- Tíquico: llevará noticias de Pablo y animará a los creyentes.
- Onésimo: esclavo convertido a Cristo, ahora fiel y amado hermano.
- Aristarco: compañero de prisiones.
- Marcos (sobrino de Bernabé): si va a ellos, deben recibirlo.
- Jesús, llamado Justo: colaborador fiel.
- Epafras: colosense ferviente en oración por su iglesia, que lucha por ellos espiritualmente.
- Lucas: el médico amado (autor del Evangelio de Lucas y Hechos).
- Demas: también envía saludos (aunque más adelante se apartará, según 2 Timoteo 4:10).
Pablo saluda también a los hermanos de Laodicea y a Ninfas, que tenía una iglesia en su casa. Les pide que leen su carta también en Laodicea, y que la carta de allá se lea en Colosas.
Finalmente, anima a Arquipo a cumplir su ministerio, y concluye escribiendo de su puño y letra:
«Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros.»
Versículo clave de Colosenses 4:
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.” Colosenses 4:2
Este versículo es un llamado a mantener una vida de oración constante, vigilante y agradecida. Pablo no solo nos anima a orar, sino a perseverar en ello —a no rendirnos ni enfriarnos—, y a hacerlo con una actitud de vigilancia espiritual, atentos a lo que Dios está haciendo, y con un corazón agradecido, sin importar las circunstancias.
Este pasaje nos recuerda que la oración no es solo una herramienta de petición, sino una forma de relación con Dios que fortalece nuestra fe, nos da dirección y nos llena de paz. Perseverar en oración es vivir conscientes de la presencia de Dios y depender de Él cada día.
Oración:
Señor, enséñame a perseverar en la oración, a buscarte con constancia y a mantenerme alerta a tu voz. Que mi corazón esté siempre lleno de gratitud, aun en medio de las pruebas. Ayúdame a depender de Ti y a disfrutar cada día de tu presencia. En el nombre de Jesús, Amén.