(Lee al final el estudio un devocional de Deuteronomio 23. Esperamos sea de bendición para ti.)
Las leyes de este capítulo 23 prevén: I. Para la preservación de la pureza y el honor de las familias de Israel, excluyendo a aquellos que serían una deshonra para ellos, vv.1-8. II. Para la preservación de la pureza y el honor del campamento de Israel, cuando está en el exterior, vv. 9-14. III. Sobre la ayuda y la acogida de los esclavos que buscaban refugio con ellos, vv. 15-16. IV. Contra la prostitución, vv. 17,18. V Contra la usura, vv. 19,20. VI. Contra la ruptura de los votos, vv. 21-23. VII. Sobre la liberalidad que un hombre puede tomar y no tomar en el campo y la viña de su vecino, vv. 23,25.
Personas que no pueden formar parte del pueblo de Dios
23:1-8 No entrará en la congregación de Jehová. La traducción más literal dice «no podrá entrar en la asamblea del Señor». Recién salido del cautiverio en Egipto, todavía atenazado por los miedos y el dolor, era impensable para el pueblo de Israel la idea de la salvación para los no judíos (gentiles), que más tarde se predicaría en la Nueva Alianza, especialmente para ciertos grupos. Por eso era importante establecer claramente quiénes serían los enemigos y los posibles traidores. A partir de los nietos. Aun así, para varias personas esta prohibición terminaría después de cierto tiempo, y entonces podrían ser aceptados entre el pueblo de Dios. En la Nueva Alianza todas las personas estarán incluidas en la salvación.
23.1. O amputado su miembro viril. Era habitual que los hombres fueran castrados como ofrenda a los dioses egipcios, y quizá por eso los eunucos figuraban en esta lista. En Lev 21.20 vemos que no podían servir como sacerdotes, y tenemos algunos ejemplos posteriores de su convivencia en Israel (2 Re 9.32, Hechos 8.27).
Limpieza en el campamento
23.9-14 Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. Aquí se establece una equivalencia entre el concepto de «pureza espiritual» y el de «higiene». Inicialmente no se hacía ninguna distinción entre ellas, ya que no se conocía la existencia de enfermedades contraídas por contaminación bacteriana. Algo similar puede decirse de la orientación sobre las enfermedades de la piel (Dt 24.8).
Varias leyes
23.15-16 No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. Esta orientación sugiere no entregar a un esclavo fugitivo a su amo ni maltratarlo. Sin duda, el pueblo de Israel aún recordaba muy bien lo que es pasar por esto, habiendo sido esclavos en Egipto.
23.17-18 No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. Las relaciones sexuales a cambio de dinero eran habituales como parte de la liturgia de los cultos paganos. Aquí se prohíbe a los hombres y mujeres israelitas, aparte de la prostitución, introducir en el culto al Dios de Israel elementos de otros cultos, como el dinero procedente de la prostitución de culto. Israel debía mantener su identidad cultural independiente de los pueblos vecinos.
23.19-20 No exigirás de tu hermano interés de dinero. Esta directriz económica parece tener el mismo significado que otras de este capítulo: reforzar la identidad del pueblo de Israel, para que la cultura judía no se pierda en el mestizaje con los pueblos vecinos, y no consiga establecerse como nación en la nueva tierra. La facilidad de crédito entre los israelitas permitiría el crecimiento económico y el establecimiento de mejores condiciones.
23.21-23 Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo. El texto parece entender que algunas personas pueden sentir la necesidad de hacer promesas a Dios, aunque no estén obligadas a hacerlas. En este caso, el consejo es no olvidar el acuerdo alcanzado, ni aplazarlo, sino hacer lo que prometieron inmediatamente.
23.24-25 Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; mas no pondrás en tu cesto. Esta orientación incorpora el concepto de compartir bienes entre personas de la misma comunidad. Sin embargo, esto no significa que alguien pueda aprovecharlo para acumular ganancias, es decir, sólo podía tomar lo que iba a comer en el momento, como el pan de cada día, como el maná que se recibía diariamente en el desierto (Ex 16,4). Este hábito aparece en la práctica de los discípulos de Jesús (Mt 12,1).
Devocional:
Y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba. (Deuteronomio 23:5)
¿Cuántas veces has sido salvado por el extraordinario amor de Dios, que convirtió una maldición en una bendición?
El capítulo de hoy me recuerda que nunca podemos alejarnos demasiado como para que Dios no responda cuando clamamos a Él. Aunque las circunstancias sean sombrías y no se vea ninguna luz, a menudo Dios se mueve silenciosamente «entre bastidores» en nuestro favor. No hay fanfarrias ni desfiles de teletipos que anuncien que un milagro está a punto de ocurrir. Sólo sabemos, en retrospectiva, que algo cambió – más allá de nuestro limitado control – de malo a bueno.
Sin embargo, muchas veces es en la «maldición» donde se aprenden las lecciones. En esos momentos estamos llamados a permanecer firmes en Dios (incluso cuando parece estar callado y quieto) y confiar en que el resultado final será para nuestro beneficio. Puede que no veamos la bendición de este lado del cielo, pero aún así debemos confiar en Él. (Romanos 8:28)
¿Cómo lo hacemos? Comprendiendo que el sufrimiento, a veces, es parte del plan divino de Dios. Sé que esto no es una noción bíblica popular. Pero recordemos… Jesús, el Único hijo de Dios, sufrió crueldades indecibles para que pudiéramos tener vida eterna. Ese es nuestro modelo: Jesús. Y cuando experimentamos maldiciones o sufrimientos – se nos da la oportunidad de ser más como Él.
Oración:
Señor, gracias por las pruebas que colocas en mi vida, pues ellas me transforman y moldean en el tipo de persona que quieres que sea, para agradarte, servirte y glorificarte en cada una de mis circunstancias.