Biblia Devocional en 1 Año: Efesios 2

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Efesios 2

Efesios 2 nos recuerda que éramos espiritualmente muertos, pero Dios nos dio vida en Cristo por su gracia. No podemos ganar la salvación con obras; es un regalo de Dios. Además, nos enseña que en Cristo ya no hay división entre judíos y gentiles; todos somos una sola familia en la fe, edificados sobre Cristo, quien nos une y nos hace parte de su templo santo.

De Muerte a Vida por la Gracia de Dios (Efesios 2:1-10)

Pablo describe cómo antes estábamos muertos en nuestros pecados, siguiendo el curso del mundo y obedeciendo a Satanás, el «príncipe de la potestad del aire». Vivíamos en la carne, guiados por nuestros deseos pecaminosos, pero Dios, por su gran amor y misericordia, nos dio vida en Cristo.

Somos salvados por gracia, mediante la fe, y no por obras, para que nadie se gloríe. Dios nos ha creado en Cristo para buenas obras que preparó de antemano para que las vivamos.

Unidad en Cristo: Judíos y Gentiles Reconciliados (Efesios 2:11-22)

Pablo recuerda que los gentiles antes estaban alejados de Dios, sin esperanza ni pacto. Pero ahora, Cristo nos ha acercado mediante su sangre, derribando la pared de separación entre judíos y gentiles.

Cristo es nuestra paz, y ha hecho de ambos pueblos uno solo, reconciliándolos con Dios mediante la cruz. Ahora somos conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, con Cristo como piedra angular.

Versículo clave de Efesios 2:

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. Efesios 2:8

Este versículo enfatiza una de las verdades más fundamentales del evangelio: la justificación es un regalo de Dios, basado en Su gracia y recibido por fe. No es algo que podamos ganar por nuestras obras, esfuerzos o méritos, sino que es un don divino que nos es dado libremente en Cristo. Esto nos recuerda que nuestra relación con Dios no depende de lo que hacemos, sino de lo que Él ha hecho por nosotros.

Este pasaje nos llama a vivir con gratitud y humildad, reconociendo que todo lo que tenemos en Cristo es por gracia. También nos desafía a confiar plenamente en la obra de Dios y no en nuestros propios esfuerzos para alcanzar la salvación.

Oración:

Señor, gracias porque mi justificación que es un regalo de tu gracia y no el resultado de mis obras. Ayúdame a vivir cada día con gratitud, confiando en tu amor y en la seguridad que tengo en Cristo. Que mi vida refleje la transformación que tu gracia ha obrado en mí, y que pueda compartir este mensaje con otros. En el nombre de Jesús, Amén.