Biblia Devocional en 1 Año: Efesios 3

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Efesios 3

Efesios 3 nos recuerda que el evangelio es para todos, judíos y gentiles, y que Dios nos ha llamado a compartir las riquezas de Cristo. También nos invita a buscar un crecimiento espiritual profundo, con raíces firmes en el amor de Cristo. Dios es poderoso para hacer mucho más de lo que imaginamos, y debemos confiar en su obra en nosotros.

El Misterio Revelado de la Salvación para los Gentiles (Efesios 3:1-13)

Pablo explica que Dios le reveló un misterio: los gentiles son coherederos con los judíos y miembros del mismo cuerpo en Cristo. Antes, este plan estaba oculto, pero ahora ha sido revelado a los apóstoles y profetas por el Espíritu.

Pablo fue llamado a predicar el evangelio a los gentiles, para que entendieran las riquezas incomparables de Cristo. Dios ha usado la iglesia para manifestar su sabiduría a los principados y potestades en los cielos. Por lo tanto, los creyentes pueden acercarse a Dios con confianza.

Oración de Pablo por Fortaleza y Amor en Cristo (Efesios 3:14-21)

Pablo ora para que los creyentes:

  1. Sean fortalecidos con poder en su interior por el Espíritu.
  2. Cristo habite en sus corazones por la fe.
  3. Comprendan la inmensidad del amor de Cristo (su anchura, longitud, profundidad y altura).
  4. Sean llenos de la plenitud de Dios.

Concluye con una exaltación a Dios, quien puede hacer mucho más de lo que pedimos o entendemos, conforme a su poder que actúa en nosotros.

Versículo clave de Efesios 3:

Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor. Efesios 3:17

Este versículo es parte de una oración de Pablo por los creyentes, pidiendo que Cristo habite en sus corazones por la fe. La idea de estar «arraigados y cimentados en amor» nos habla de una vida cristiana profundamente establecida en el amor de Dios. No se trata de una fe superficial, sino de una relación sólida y firme con Cristo, que nos transforma y nos da estabilidad en medio de cualquier circunstancia.

Este pasaje nos invita a fortalecer nuestra fe y a crecer en amor, recordando que el fundamento de nuestra vida cristiana es Cristo mismo. Cuando estamos arraigados en Su amor, podemos vivir con seguridad y ser testimonio de Su gracia en el mundo.

Oración:

Señor, quiero que Cristo habite plenamente en mi corazón por la fe. Ayúdame a estar arraigado y cimentado en tu amor, para que mi vida refleje tu gracia y tu poder. Enséñame a amar como Tú amas y a confiar en tu presencia en todo momento. En el nombre de Jesús, Amén.