(Lee al final el estudio un devocional de Esdras 7. Esperamos sea de bendición para ti.)
Resumen
El significado de Esdras 7 relata que Artajerjes envía a Esdras a Jerusalén. Es decir, para proclamar el edicto a favor de los judíos. Pero el registro del retorno bajo Zorobabel y la reconstrucción del templo termina con el capítulo anterior. Pasaron muchos años después de la construcción del templo antes de que el piadoso Esdras y sus compañeros regresaran a Jerusalén. No existe ningún registro que cubra los años intermedios entre la expedición y el trabajo de Zorobabel y la expedición de Esdras.
Resúmen de versículos
Esdras 7
7:1-5 – Cuando todo esto terminó. Los acontecimientos del capítulo 6 tuvieron lugar durante el reinado de Darío. Más concretamente, el templo fue terminado y dedicado en el año 515 a.C. El capítulo 7 se salta varios años hasta el reinado de Artajerjes (464-424 a.C.), ya que Esdras regresó hacia el 458 a.C. Así pues, entre los capítulos 6 y 7 hay un intervalo de unos 60 años. Durante este periodo se producen los acontecimientos descritos en el libro de Ester. Esdras, el líder del segundo retorno a Jerusalén, es presentado con una genealogía impresionante, que muestra que pertenecía a una familia de sacerdotes, la de Aarón. Seraías fue testigo de la caída de Jerusalén (2 Re 25:18), y su hijo, Josadac, marchó al exilio (1 Cr 6:15). La designación hijo de Zeraías indica el linaje de Esdras, no el nombre de su padre.
7:6,7 – Esdras no sólo era descendiente de sacerdotes; también era un hábil escriba, alguien que copiaba y estudiaba la Ley. Tras el exilio, el oficio de escriba se convirtió en fundamental, sustituyendo a veces en importancia al de profeta y, con el tiempo, oscureciendo el papel incluso del sacerdote. La Ley de Moisés, de hecho, se refiere a la Ley de Dios. Moisés puede haber sido el hombre más asociado con la Ley, pero la Ley era la que el Señor Dios de Israel había dado. Lo que vino después es posiblemente la designación más significativa (Jn. 1.17). La frase según la mano del Señor se utiliza repetidamente a lo largo de este capítulo y del siguiente (Ed 7.9,28; 8.18,22,31; Neh 2.8,18). La frase describe la gracia divina obrando en favor de Esdras.
7.8,9 – El primer mes corresponde a marzo/abril de nuestro calendario; el quinto, a julio/agosto. El viaje de Esdras era peligroso, pues había comenzado una rebelión en Egipto y la primavera era la época en que los ejércitos antiguos comenzaban sus campañas.
7.10 – A lo largo de su vida, Esdras se concentró por entero en el estudio, la práctica y la transmisión de la Palabra de Dios. El corazón indica todo el ser de uno. Esdras escudriñó diligentemente las Escrituras para poder vivir de acuerdo con ellas y enseñarlas a Israel. Para ello le capacitó la mano bondadosa del Señor (Ed 7,9).
7.11 – Sacerdote y escriba. Estas palabras describen a Esdras con un elogio excepcional. Se refieren a él como el escriba de los escribas o el maestro de los escribas.
7.12 – Los monarcas del antiguo Oriente Próximo solían engrandecerse con títulos como rey de reyes (Ezeq. 26:7; Dan. 2:37). Los reyes de Persia reinaban literalmente sobre varios reyes porque el imperio persa incluía varios reinos conquistados. La paz perfecta describe una relación de tratado entre el emperador persa y el estado vasallo de Judá.
7:13-19 – Anteriormente, Esdras había pedido permiso para regresar a Jerusalén (Ed 7:6). Ahora se dan los detalles.
7.14 – Esdras deseaba regresar a Jerusalén para asegurarse de que se cumplía la Ley. Su deber era enseñar al pueblo la Ley de Dios (Ed 7,10).
El rey y sus consejeros La autorización para Esdras llegó con la pompa y circunstancia apropiadas; sin embargo, lo que el gobernante persa no sabía era que había la mano de un Rey mucho mayor interfiriendo en aquella situación.
7:15-19 – Se enumeran tres fuentes de ofrendas para el templo: (1) la plata y el oro del rey y sus consejeros; (2) toda la plata y el oro de Babilonia, y (3) las ofrendas voluntarias del pueblo judío que permaneció en Babilonia. Observe que Dios acepta las ofrendas de aquellos que no le conocen ni le sirven de verdad. Sin embargo, el Todopoderoso rechaza la ofrenda de quienes aparentan conocerle pero en realidad tienen un corazón alejado del Altísimo (Isa. 1:10-15). La morada del Señor en Jerusalén es una referencia al templo.
7.20 – Y el resto de lo necesario. Esdras disponía del equivalente a un cheque real en blanco para la realización de la obra.
7.21-23 – El decreto de Artajerjes incluía una orden a los tesoreros de las provincias: que concedieran a Esdras los suministros extra que reclamaba. Esdras no podía llevarse más de cien talentos de plata (aproximadamente cuatro toneladas), cien cors de trigo (o barriles, n v i ) y hasta cien batos (o diez barriles, n v i ) de vino y cien de aceite.
7.24 – Todos los funcionarios del templo estaban exentos de cualquier tipo de impuesto. Artajerjes, como Ciro (Ed 1,2-4) y Darío (Ed 6,1-10) antes que él, quería obtener benevolencia y evitar la ira de los dioses que eran adorados en todo el imperio.
7.25,26 – Esdras recibió autoridad para establecer un sistema judicial con poder para castigar. Aunque los regentes y jueces sólo tenían autoridad sobre el pueblo judío, ésta se extendía más allá de Jerusalén hasta Siria, Fenicia y Palestina. Veces más tarde, Esdras utilizó su autoridad para castigar el pecado en la comunidad (Ed 10.8).
7.27,28 – Adornar la casa del Señor es una referencia al restablecimiento de la vida moral, espiritual y religiosa.
Así me esforcé Con renovado vigor, Esdras reunió a algunos líderes de entre Israel para que regresaran con él a Jerusalén.
Devocional:
Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. (Esdras 7:10)
Del linaje de Aarón, siendo sacerdote y «escriba versado en la Ley de Moisés, dada por el Señor Dios de Israel», Esdras fue beneficiado por el rey Artajerjes, «según la buena mano del Señor su Dios que estaba sobre él» (v.6). En el año 458 a.C., «este Esdras» (v.5) encabezó el segundo grupo de exiliados que regresaron a la tierra de Judá. Al ser reconocido por el rey como «escriba de la Ley del Dios del cielo» (v.12, 21) y poseedor de la sabiduría de Dios, Esdras demostró haber sido alguien que marcó la diferencia en medio de un reino pagano.
Esdras no sólo era un experto de las Escrituras, sino un siervo obediente de Dios, un practicante de la Palabra. Sin embargo, su vida no se limitó a guardar su experiencia, pues además de buscar y guardar la Ley del Señor, también se dedicó a «enseñar en Israel sus estatutos y decretos» (v. 10). El conocimiento que día a día adquiría de las leyes de Dios no podía ser silenciado y su importancia fue reconocida por el propio rey persa: «y que los que no las conozcan se las den a conocer» (v.25).
En su decreto, nueve veces, Artarjerjes se refirió a Dios como el Dios de Esdras. Para el monarca, era un hecho que el escriba judío era un fiel adorador del «Dios del cielo» (v. 21). Tanto Esdras como Nehemías fueron favorecidos ante los gobernantes de la tierra, no por sus propios méritos o posiciones privilegiadas, sino porque tenían un corazón dispuesto a hacer la voluntad de Dios, conforme a lo que está escrito. Teniendo como norma irrevocable el «así dice el Señor», decidieron dedicar sus vidas a Dios y buscar refugio en Él. Su confianza y dedicación dieron cumplimiento a los acontecimientos proféticamente determinados.
El ejemplo de Esdras revela el carácter de quien aplica su corazón a examinar las Escrituras. Todo aquel que dedica diariamente tiempo de calidad en comunión con Dios, mediante la oración y el estudio de la Biblia, recibe de lo alto la fuerza espiritual necesaria para afrontar las situaciones más adversas. Sin embargo, hay una porción adicional que se separa a aquellos que se dedican a compartir las buenas nuevas. Su vida se vuelve más noble y hermosa, como está escrito: «¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian el bien!» (Rom.10:15).
El capítulo se cierra con la acción de gracias de Esdras. Atribuyó todo el mérito a Dios. Me recuerda la historia de Job, que aunque fue fiel en todas las pruebas a las que se enfrentó, al final reconoció: «Te conocía sólo de oídas, pero ahora mis ojos te ven. Por eso me aborrezco en polvo y ceniza» (Job 42:5-6). Cuando reconocemos que es por la bondad de Dios y sus misericordias por lo que «vivimos, nos movemos y existimos» (Hechos 17:28), más nos acercamos a Él como un niño pequeño necesita a su madre.
Que podamos declarar diariamente al salir de nuestro lugar de comunión: «Me animó la buena mano del Señor mi Dios sobre mí» (v.28). ¡Velemos y oremos!
¡Buenos días, lectores de las Escrituras!
Oración:
Señor, fortalece en mi la disciplina para no declinar en el estudios de Tu Santa Palabra, diariamente, aún cuando las tareas de cada día, los deberes, y el cumplimiento de otras actividades, me hagan caer en la trampa de la falta de tiempo, y fallar en escudriñar en un momento de mi día la verdad que nos revela Tu Escritura que es perfección y es vida para el cristiano. En El Nombre de Jesús, Amén.