Biblia Devocional en 1 Año: Ezequiel 16

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(Lee al final el estudio un devocional de Ezequiel 16. Esperamos sea de bendición para ti)

Ezequiel 16: La Parábola de la Esposa Infiel

El capítulo 16 de Ezequiel presenta una parábola extendida en la que Jerusalén es comparada con una esposa infiel. Esta alegoría describe el amor inicial y los cuidados de Dios hacia Jerusalén, seguido de su corrupción y adulterio espiritual mediante la idolatría. Finalmente, se pronuncia un juicio severo, pero también se ofrece una esperanza de restauración.

Contexto de la Parábola

Dios instruye a Ezequiel a confrontar a Jerusalén con sus abominaciones mediante una parábola que ilustra su infidelidad. La historia comienza con una imagen de Jerusalén como una niña abandonada que es rescatada y cuidada por Dios, quien la hace crecer y la convierte en una hermosa ciudad.

Amor y Cuidado Inicial de Dios

Dios describe cómo encontró a Jerusalén cuando era como una niña abandonada, desnuda y expuesta. Él la limpia, la viste y la cuida, haciéndola crecer y prosperar. Finalmente, Dios entra en un pacto con ella, simbolizando el establecimiento de Jerusalén como su pueblo elegido (v. 1-14).

Infidelidad de Jerusalén

A pesar del amor y los cuidados de Dios, Jerusalén se vuelve infiel. Se entrega a la idolatría y a prácticas abominables, comparándose con una esposa que comete adulterio. Jerusalén utiliza los dones y bendiciones de Dios para adorar a ídolos y participa en prácticas detestables, incluyendo sacrificios de sus hijos (v. 15-34).

Juicio por la Infidelidad

Dios anuncia un juicio severo sobre Jerusalén debido a su infidelidad. El castigo incluirá la exposición pública de su vergüenza y la destrucción de lo que había recibido de Dios. Los amantes (naciones extranjeras) a quienes se había entregado se volverán contra ella y contribuirán a su caída (v. 35-43).

Comparación con Otras Naciones

Jerusalén es comparada desfavorablemente con sus hermanas mayores, Samaria y Sodoma, y se la considera más culpable que ellas debido a su traición. A pesar de esto, Dios promete restaurar tanto a Samaria como a Sodoma, y también a Jerusalén, mostrando que su misericordia puede superar incluso las traiciones más grandes (v. 44-59).

Esperanza de Restauración

El capítulo concluye con una nota de esperanza. A pesar de la severidad del juicio, Dios promete recordar su pacto y establecer un nuevo pacto eterno con Jerusalén. Este pacto será uno de restauración y renovación, en el cual Jerusalén será purificada y reconciliada con Dios (v. 60-63).

Conclusión: La Fidelidad de Dios y la Infidelidad Humana

Ezequiel 16 es una alegoría poderosa sobre el amor incondicional de Dios, la infidelidad humana y la justicia divina. A través de la parábola de la esposa infiel, se muestra cómo Dios trata con el pecado, pero también cómo su misericordia ofrece esperanza de redención y restauración.

Versículo clave de Ezequiel 16:

Ezequiel 16 es un capítulo extenso y simbólico que utiliza la parábola de la esposa infiel para ilustrar la relación entre Dios y Jerusalén. Un versículo que explica de manera efectiva el mensaje central de este capítulo y resalta tanto la infidelidad del pueblo como la misericordia de Dios es Ezequiel 16:62-63:

«Y estableceré mi pacto contigo, y sabrás que yo soy Jehová; para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando yo haga expiación por todo lo que has hecho, dice Jehová el Señor.»

Este versículo es significativo por varias razones:

Establecimiento del Pacto: La declaración «Y estableceré mi pacto contigo» subraya la fidelidad de Dios y su compromiso de mantener una relación con Jerusalén, a pesar de su infidelidad. Este pacto representa una renovación de la relación basada en la gracia y la misericordia divinas.

Reconocimiento de la Soberanía de Dios: La frase «y sabrás que yo soy Jehová» reafirma la identidad y la autoridad de Dios. Este reconocimiento es crucial para la restauración de la relación, ya que implica un retorno a la reverencia y la obediencia hacia Dios.

Memoria y Vergüenza Redentora: La instrucción de que Jerusalén se acuerde y se avergüence de sus acciones pasadas sirve como un recordatorio de su infidelidad. Este sentimiento de vergüenza no es destructivo, sino redentor, ya que lleva al arrepentimiento y a una comprensión más profunda de la gracia de Dios.

Expiación y Restauración: La promesa de que Dios hará expiación «por todo lo que has hecho» es una declaración poderosa de su misericordia. A pesar de la magnitud de los pecados de Jerusalén, Dios ofrece perdón y restauración, subrayando que su amor y su gracia son mayores que la infidelidad del pueblo.

Conclusión de Misericordia y Esperanza: Este versículo culmina con una nota de esperanza, asegurando que, a pesar del juicio y la corrección, la relación con Dios puede ser restaurada y renovada. La expiación de Dios abre el camino para un futuro de fidelidad y bendición.

Oración:

Señor, gracias por tu fidelidad y misericordia, a pesar de mis fallas e infidelidades. Ayúdame a recordar siempre tu amor y a vivir un arrepentimiento sincero cuando te haya fallado. Que tu pacto de gracia me transforme, y que mi vida refleje tu perdón y restauración. Gracias por perdonar mis errores y ofrecerme una nueva oportunidad de caminar contigo. En El Nombre de Jesús, Amén.