(Lee al final el estudio un devocional de Ezequiel 2. Esperamos sea de bendición para ti)
Ezequiel 2: La Comisión de Ezequiel
El capítulo 2 de Ezequiel detalla la llamada y comisión del profeta Ezequiel por parte de Dios. Después de su impresionante visión inicial de la gloria de Dios en el capítulo anterior, Ezequiel recibe directrices claras sobre su misión profética, marcando el inicio formal de su ministerio entre los exiliados en Babilonia.
Contexto de la Comisión
Tras la impactante visión de la gloria de Dios, Ezequiel es abordado directamente por Dios, quien lo levanta del suelo y lo prepara para recibir su mandato. En este momento de gran significado espiritual, Ezequiel se encuentra en una posición de sumisión y disposición para la tarea que tiene por delante.
Llamado y Responsabilidad
Dios se dirige a Ezequiel como «hijo de hombre», una frase que resalta su naturaleza humana frente a la divina majestuosidad de Dios. Se le asigna la difícil tarea de ser profeta a «los hijos de Israel», un pueblo rebelde y obstinado que ha desobedecido y se ha rebelado contra Dios repetidamente (v. 3-4).
Descripción de la Misión
Ezequiel debe hablar las palabras de Dios a un pueblo que tal vez no esté dispuesto a escuchar. A pesar de la potencial hostilidad o indiferencia, Ezequiel es advertido de la dureza de su misión pero también asegurado de que Dios lo fortalecerá para enfrentar cualquier adversidad. La misión no se basa en la receptividad del mensaje por parte del pueblo, sino en la fidelidad de Ezequiel para proclamarlo (v. 5-7).
Simbolismo del Rollo
Se le entrega a Ezequiel un rollo, que debe comer, simbolizando la internalización de la palabra de Dios que luego debe transmitir. El rollo está escrito por dentro y por fuera y contiene «lamentaciones, endechas y ayes», señalando el contenido grave y serio de su mensaje profético (v. 8-10).
Conclusión: La Fortaleza en la Misión
Ezequiel 2 subraya la soberanía y seriedad de Dios en el trato con su pueblo. Aunque la tarea asignada es formidable, el capítulo enfatiza que la verdadera fuerza de un profeta proviene de su relación con Dios y su disposición a cumplir la voluntad divina, independientemente de las consecuencias o la recepción del mensaje.
Versículo clave de Ezequiel 2:
Ezequiel 2 es fundamental para entender la comisión divina del profeta Ezequiel, enfocándose en su llamado y las instrucciones dadas por Dios para enfrentar a un pueblo rebelde. Un versículo que encapsula el mensaje central de este capítulo y resalta la esencia de la misión de Ezequiel es Ezequiel 2:6-7:
«Y tú, hijo de hombre, no los temas, ni temas sus palabras, aunque te rodeen cardos y espinos y habites entre escorpiones; no temas sus palabras ni te desanimes ante sus miradas, aunque sean una casa rebelde. Y hablarás mis palabras a ellos, ya te escuchen o dejen de escuchar, porque son rebeldes.»
Este versículo es significativo por varias razones:
Enfrentando la Adversidad: Dios instruye a Ezequiel a no temer frente a la adversidad, simbolizada por «cardos y espinos» y «escorpiones», que representan las duras condiciones y la hostilidad que enfrentará al entregar el mensaje divino. Esta imagen refuerza la naturaleza desafiante de su misión.
Mandato de Proclamación Inquebrantable: A pesar de la naturaleza rebelde de su audiencia, Ezequiel está comisionado a hablar las palabras de Dios «ya te escuchen o dejen de escuchar». Esto subraya la importancia de la fidelidad en la entrega del mensaje, independientemente de la respuesta del pueblo. La obediencia de Ezequiel a Dios es más crucial que el éxito aparente de su misión.
Fortaleza y Determinación: El versículo recalca que Ezequiel no debe desanimarse ni dejarse intimidar por las reacciones del pueblo. Esto no solo le prepara para la resistencia emocional y espiritual necesaria para su tarea, sino que también lo posiciona como un instrumento firme y determinado de la voluntad divina.
Símbolo de la Condición Humana: Al describir al pueblo como «una casa rebelde», se resalta la persistente desobediencia y la necesidad de intervención profética. Ezequiel representa la persistencia de Dios en buscar la redención de su pueblo, a pesar de su continua rebeldía.
Oración:
Señor, fortaléceme para enfrentar los desafíos y la adversidad sin miedo. Que no me intimiden las palabras ásperas ni las miradas duras, y mantén mi corazón firme en la entrega de tu verdad. Ayúdame a ser valiente y constante, sabiendo que mi tarea es hablar Tu verdad, sin importar la respuesta, confiando siempre en tu guía y protección. En El Nombre de Jesús, Amén.