Hebreos 7:
Hebreos 7 muestra claramente que el sacerdocio de Cristo es superior y eterno.
Mientras el sacerdocio levítico era temporal y limitado, Jesús es el Sacerdote perfecto, establecido por juramento de Dios, que intercede para siempre y salva de manera completa.
Cristo no solo es nuestro Salvador, sino también nuestro Mediador eterno, el único capaz de acercarnos plenamente a Dios.
Este capítulo nos anima a confiar en Él, que vive siempre para interceder por nosotros y nos ofrece una salvación segura, completa y eterna.
La Grandeza de Melquisedec (Hebreos 7:1-10)
El capítulo comienza destacando quién fue Melquisedec:
- Rey de Salem (antigua Jerusalén)
- Sacerdote del Dios Altísimo
- Se encontró con Abraham y lo bendijo después de su victoria contra los reyes enemigos.
- Abraham le dio el diezmo de todo.
Melquisedec es presentado como un personaje especial:
- Su nombre significa “rey de justicia” y también “rey de paz”.
- No tiene registrado ni padre ni madre, ni genealogía, lo que lo hace un símbolo de un sacerdocio eterno.
El autor argumenta que Melquisedec es mayor que Abraham, ya que:
- Abraham le dio los diezmos,
- Y Melquisedec bendijo a Abraham, y el inferior es bendecido por el superior.
Esto establece que el sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico (el de los descendientes de Leví).
La Necesidad de un Nuevo Sacerdocio (Hebreos 7:11-19)
Si el sacerdocio levítico hubiera sido perfecto, no habría necesidad de otro sacerdocio.
Pero la Escritura anuncia un nuevo sacerdote según el orden de Melquisedec, no según el de Aarón.
Esto implica un cambio también en la ley, ya que:
- Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, no vino de la tribu de Leví, sino de Judá.
- Y la ley mosaica no pudo perfeccionar a nadie.
Ahora, por medio de Jesús, se introduce una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Cristo, el Sumo Sacerdote Eterno (Hebreos 7:20-28)
El sacerdocio de Jesús es superior porque:
- Fue confirmado con juramento de Dios, mientras los sacerdotes levitas fueron establecidos sin juramento.
- Jesús es fiador de un mejor pacto.
- Los sacerdotes humanos eran muchos, porque morían y eran reemplazados,
- Pero Jesús permanece para siempre y tiene un sacerdocio inmutable.
Por eso:
- Puede salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios,
- Viviendo siempre para interceder por ellos.
Jesús es el Sumo Sacerdote que necesitamos:
- Santo,
- Inocente,
- Sin mancha,
- Apartado de los pecadores,
- Exaltado más allá de los cielos.
Él no necesita ofrecer sacrificios diarios como los demás sacerdotes, porque ofreció una vez para siempre su propia vida.
Versículo clave de Hebreos 7:
Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Hebreos 7:25
Este versículo declara una verdad maravillosa: Jesús no solo nos salvó, sino que vive eternamente para interceder por nosotros ante el Padre. Su obra no fue limitada a la cruz; Él sigue actuando a nuestro favor en el cielo. Además, su salvación es perpetua, completa, segura, y no depende de nuestros méritos, sino de su obra perfecta y continua.
Este pasaje nos llena de esperanza y confianza. Nos recuerda que tenemos un Salvador vivo, siempre dispuesto a interceder y a sostenernos en la fe, asegurando nuestro acceso constante a Dios.
Oración:
Señor Jesús, gracias porque tu salvación es eterna y tu amor inagotable. Gracias por interceder por mí cada día. Ayúdame a acercarme a Dios con confianza, sabiendo que Tú eres mi Mediador fiel. Que nunca olvide que en Ti tengo seguridad y esperanza eterna. En tu nombre precioso, Amén.