Hechos 2:
Hechos 2 destaca el poder del Espíritu Santo para transformar vidas y capacitar a los creyentes para ser testigos de Cristo. La predicación de Pedro muestra la centralidad de Jesús en el plan de salvación. La unidad, el amor y el compromiso de la iglesia primitiva sirven como modelo para la vida cristiana comunitaria. Este capítulo nos llama a vivir con pasión por el evangelio, apertura al Espíritu Santo y un corazón generoso.
La Venida del Espíritu Santo (Hechos 2:1-13)
En el día de Pentecostés, los discípulos están reunidos en un mismo lugar. De repente, un sonido como de un viento fuerte llena la casa, y aparecen lenguas de fuego que se posan sobre cada uno de ellos. Todos son llenos del Espíritu Santo y comienzan a hablar en diferentes lenguas. Judíos de diversas naciones que están en Jerusalén escuchan a los discípulos hablar en sus propios idiomas sobre las maravillas de Dios, quedando asombrados. Algunos, sin embargo, los acusan de estar ebrios.
El Discurso de Pedro (Hechos 2:14-36)
Pedro se levanta con los once apóstoles y explica que no están borrachos, sino que lo que sucede es el cumplimiento de la profecía de Joel, donde Dios promete derramar su Espíritu sobre toda carne. Pedro proclama a Jesús como el Mesías, recordando su muerte, resurrección y ascensión. Afirma que Jesús es el Señor y Cristo, exaltado a la diestra de Dios, y que ha enviado el Espíritu Santo como prueba.
La Respuesta de la Multitud (Hechos 2:37-41)
Conmovidos por el mensaje, la multitud pregunta a Pedro qué deben hacer. Pedro les insta a arrepentirse, ser bautizados en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados, y recibir el Espíritu Santo. Unas 3,000 personas aceptan su mensaje y son bautizadas ese día, marcando el nacimiento de la iglesia.
La Vida de la Iglesia Primitiva (Hechos 2:42-47)
La iglesia primitiva se dedica a la enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y las oraciones. Los creyentes comparten todo lo que tienen, ayudando a los necesitados. Viven en unidad, adorando a Dios y ganando el favor del pueblo. El Señor añade diariamente a los que son salvos.
Versículo clave de Hechos 2:
«Y aconteció que, al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.» — Hechos 2:1,4
Este versículo describe el cumplimiento de la promesa de Jesús en Hechos 1:8: la llegada del Espíritu Santo. En el día de Pentecostés, el Espíritu descendió sobre los creyentes reunidos, empoderándolos con dones espirituales, como hablar en lenguas, para proclamar el evangelio de manera poderosa y efectiva. Este evento marca el inicio de la iglesia cristiana y su misión global.
El derramamiento del Espíritu Santo nos recuerda que no estamos solos en nuestra misión como creyentes. Él nos equipa, guía y fortalece para cumplir el propósito de Dios. Este pasaje también resalta la importancia de la unidad entre los creyentes y de estar preparados espiritualmente para recibir y actuar según la dirección del Espíritu.
Oración:
Señor, gracias por el regalo del Espíritu Santo, que nos llena de poder y guía para cumplir tu propósito. Ayúdame a vivir en unidad con mis hermanos en la fe y a estar dispuesto a ser usado por Ti. Llena mi vida de tu Espíritu, para que pueda ser un instrumento eficaz en tu reino y compartir tu mensaje con valentía. En el nombre de Jesús, Amén.