Publicado por Hechos 28
El último capítulo de Hechos destaca la fidelidad de Dios en la vida de Pablo. A pesar de naufragios, peligros y oposición, Pablo sigue predicando con valentía hasta el final. Su testimonio nos enseña la importancia de perseverar en nuestra misión, confiando en la provisión y el propósito de Dios. Este capítulo nos recuerda que el evangelio es para todos, tanto judíos como gentiles, y que debemos compartirlo sin temor, aprovechando cada oportunidad que Dios nos da.
Pablo en la Isla de Malta (Hechos 28:1-10)
Después del naufragio, Pablo y sus compañeros llegan a la isla de Malta. Los habitantes los reciben con hospitalidad y hacen una fogata para calentarlos. Mientras Pablo recoge leña, una víbora se prende de su mano. Los isleños, al ver esto, piensan que Pablo es un criminal condenado por la justicia divina. Sin embargo, él sacude la serpiente al fuego y no sufre daño, lo que los hace pensar que es un dios.
El gobernador de la isla, Publio, los hospeda durante tres días. Su padre está enfermo de fiebre y disentería, pero Pablo ora por él y lo sana. Después de esto, muchos enfermos de la isla son sanados, y los habitantes les muestran gratitud con regalos y provisiones para su viaje.
El Viaje a Roma (Hechos 28:11-16)
Después de tres meses en Malta, Pablo y sus compañeros parten en un barco con el emblema de los Dióscuros (Cástor y Pólux). Hacen escala en Siracusa, Regio y Puteoli, donde encuentran hermanos en la fe y permanecen con ellos por siete días. Finalmente, llegan a Roma. Allí, los creyentes romanos salen a recibir a Pablo, lo que le da ánimo.
En Roma, Pablo no es encarcelado en una prisión común, sino que se le permite vivir en una casa alquilada bajo custodia, con un soldado que lo vigila.
Pablo Predica a los Judíos en Roma (Hechos 28:17-29)
Tres días después de su llegada, Pablo convoca a los líderes judíos de Roma y les explica que no ha hecho nada contra su pueblo o la ley, pero fue entregado a los romanos en Jerusalén. Les dice que ha apelado a César, no por acusar a su nación, sino por defenderse. Los judíos responden que no han recibido informes negativos sobre él y le piden escuchar más acerca de su enseñanza.
Pablo les expone el evangelio desde la Ley de Moisés y los Profetas, explicándoles acerca de Jesús. Algunos creen, pero otros rechazan su mensaje. Pablo concluye citando a Isaías, afirmando que la salvación ha sido enviada a los gentiles, quienes la aceptarán.
El Ministerio de Pablo en Roma (Hechos 28:30-31)
Pablo permanece dos años en su casa alquilada, recibiendo a todos los que vienen a escucharle. Predica con valentía acerca del reino de Dios y del Señor Jesucristo, sin impedimentos.
Versículo clave:
«Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.» Hechos 28:30-31
Este versículo describe el último período del ministerio de Pablo registrado en el libro de los Hechos. A pesar de estar bajo arresto domiciliario en Roma, Pablo continuó con valentía su misión de predicar el evangelio a todos los que lo visitaban. Su confinamiento no limitó su testimonio; al contrario, Dios usó esa situación para expandir aún más Su reino.
Este pasaje nos enseña que, sin importar las circunstancias, podemos ser fieles en compartir el evangelio. Nos recuerda que el poder de Dios trasciende cualquier barrera humana y que la obra del Reino de Dios no se detiene, incluso en medio de dificultades.
Oración:
Señor, gracias por mostrarme que ninguna situación puede impedir la expansión de tu Reino. Ayúdame a predicar tu evangelio con valentía, sin importar las circunstancias que enfrente. Que mi vida refleje constantemente tu amor y tu poder, alcanzando a quienes me rodean con tu mensaje de salvación. En el nombre de Jesús, Amén.
