(Lee al final el estudio un devocional de Job 23. Esperamos sea de bendición para ti)
Resumen
El sentido de Job 23 nos dice que Job desea presentarse ante Dios y confía en su misericordia. Aquí Job no refuta inmediatamente las falsas acusaciones de Elifaz. Puede permitirse esperar hasta más tarde, hasta que sus bocas estén completamente acalladas.
Resúmen de versículos
Job 23
En Job 23, Job sigue luchando contra el intenso dolor y la confusión que experimenta, expresando su deseo de encontrarse con Dios y buscar respuestas a sus preguntas. Job insiste en que es inocente de todo mal y que su sufrimiento es inmerecido, pero también reconoce que no puede comprender los caminos de Dios.
Las palabras de Job en el capítulo 23 son una poderosa expresión del deseo humano de comprender las razones del sufrimiento y de encontrar un sentido en medio del dolor. A pesar de su angustia y confusión, Job mantiene su fe en Dios y su creencia en que la justicia acabará prevaleciendo. Sus palabras también ofrecen un recordatorio de la importancia de la perseverancia y la confianza ante la adversidad.
En conjunto, Job 23 es un capítulo que pone de relieve la complejidad y profundidad del libro de Job. Muestra la intensidad de las emociones que pueden surgir ante el sufrimiento, así como la importancia de mantener la fe y la esperanza en estas situaciones. La negativa de Job a renunciar a su búsqueda de comprensión y su inquebrantable confianza en Dios sirven de poderosa inspiración para quienes se enfrentan a pruebas difíciles en sus propias vidas.
Comentario sobre Job 23
23.1, 2 Job dice que está sumido en la amargura a causa de su sufrimiento y de las falsas acusaciones de sus amigos. La expresión incluso ahora probablemente significa hasta ahora.
23.3 Más que ninguna otra cosa, Job anhelaba encontrarse con el Señor. En el tribunal divino estaba seguro de que encontraría justicia, pues el Reino de Dios se funda en la justicia divina.
23.4-9 Después de presentar muchos argumentos persuasivos, Job cierra su defensa ante Dios, pues sabe que será vindicado. Job desea saber y comprender, más que ganar el debate. Sobre todo, busca restablecer su comunión con Dios.
23.10-12 Cuando Job dice: probadme y saldré como el oro, utiliza una metáfora para expresar su confianza en el hecho de que es puro e irreprochable. Esto puede ser una respuesta a las cáusticas palabras de Elifaz (Job 22.24,25). Al declarar que ha seguido el camino de Dios, Job refuta la acusación de Elifaz de que ha seguido el camino de los malvados (Job 22.15).
23.13-16 Al contemplar el incomparable poder y la suprema libertad de Dios, Job se queda perplejo. Para él, en ese momento, tal vez Dios parecía un déspota caprichoso que hacía lo que quería (Job 9.12,34).
23.17 Es muy probable que este versículo describa la profunda depresión de Job, no sólo por su pérdida sino también porque no podía comprender los propósitos de Dios.
Devocional:
Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. (Job 23:10)
No es cómodo presentarse ante un tribunal cuando la culpabilidad es evidente y hay pruebas que la demuestran. Job, sin embargo, pidió que se le permitiera comparecer ante el tribunal de Dios (v. 3). Deseaba presentarse ante el gran Juez y exponer sus argumentos (v.4). Estaba seguro de que su causa ante Dios, a diferencia del veredicto de sus amigos, alcanzaría la justicia y la libertad (v.7). Aunque no veía a Dios, sabía que el Señor no le perdía de vista y que después de toda aquella prueba, el resultado sería como el oro más puro (v.10).
Job anhelaba estar en presencia de Dios y no se turbó ni desfalleció su corazón a causa de todo el sufrimiento por el que había pasado (v.17), pero de anhelo desfalleció su corazón (Job 19:27). Anhelaba a Aquel a quien nunca había visto y, a pesar de su miserable condición, Dios era el único ante quien anhelaba estar. Job sólo pisaba donde sabía que era seguro (v. 11) y, en lo más íntimo de su corazón, guardaba las palabras de la boca de Dios (v. 12). He aquí el secreto de la integridad y rectitud de aquel hombre: el «así dice Yahveh» era su regla de fe y práctica.
Cada mañana, somos despertados por el Espíritu Santo para declarar Su llamada: «Hoy, si oís [Mi] voz, no endurezcáis vuestro corazón» (Heb.3:15). La oración y la Biblia deberían constituir nuestro primer desayuno. Rodeados como estamos de influencias profanas, la armadura de Dios debería ser nuestra primera prenda diaria. Y antes de lavar el cuerpo, debemos pedir el «lavado regenerador y renovador del Espíritu Santo» (Tit.3:5). Solo entonces, estaremos listos para pelear la buena batalla y rechazar las obras de la carne. Porque «los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias». Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu» (Gal.5:24-25).
No hubo palabras ni costumbres humanas que desviaran a Job de la voluntad de Dios. Está escrito que fue su compañero de ayuda. Y quien busque vivir así, amada mía, no hay forma de no echar de menos a un Dios que, por la fe, siempre está cerca. ¿Echa de menos a su Creador? ¿Te has tomado un tiempo de calidad diariamente para hablar con Él y escuchar Su voz? Para el que le busca de todo corazón, aunque vengan las pruebas, no serán un tropiezo, sino un medio de purificación, para que, como Job, se convierta en el oro más puro en manos de Dios. Porque así dice el Señor: «Haré pasar por el fuego la tercera parte, y la purificaré como se purifica la plata, y la probaré como se prueba el oro; invocará mi nombre, y yo la oiré; diré: ‘Es mi pueblo, y dirá: ‘El Señor es mi Dios'» (Zac.13:9). ¡Velemos y oremos!
¡Buenos días, oro del Señor!
Oración:
Señor, líbrame de desviarme de Tu Voluntad, transfórmame a Tu imagen y semejanza cada día. Que asi sea Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.