Biblia Devocional en 1 Año: Jonás 1

Publicado por

Jonás 1: La misión divina del profeta

El libro de Jonás narra la historia de un profeta hebreo llamado Jonás, quien recibe una misión divina que inicialmente trata de evitar. Jonás 1 se centra en el llamado de Dios a este profeta, su desobediencia y las consecuencias de su intento de huir.

Llamado de Dios y Huida de Jonás (Jonás 1:1-3)

– Misión a Nínive: El capítulo comienza con Dios ordenando a Jonás que viaje a Nínive, una gran ciudad conocida por su maldad, y proclame contra ella. «Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí» (Jonás 1:2).

– Desobediencia de Jonás: En lugar de obedecer, Jonás decide huir a Tarsis, que se encuentra en la dirección opuesta a Nínive. Se dirige a Jope y aborda un barco para escapar de la presencia de Dios. «Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis» (Jonás 1:3).

La Tormenta en el Mar (Jonás 1:4-6)

– Intervención Divina: Dios envía una gran tormenta al mar, poniendo en peligro la embarcación en la que Jonás viaja. Los marineros temen por sus vidas y comienzan a clamar a sus dioses y a arrojar la carga al mar para aligerar el barco. «Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar, y hubo en el mar una tempestad tan grande que se pensó que se partiría la nave» (Jonás 1:4).

– Jonás Dormido: Mientras la tormenta azota el barco, Jonás duerme profundamente en el interior del barco. El capitán lo despierta y le insta a que ore a su Dios para que puedan ser salvados. «Levántate y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos» (Jonás 1:6).

La Culpa de Jonás Revelada (Jonás 1:7-10)

– Echar Suertes: Los marineros, buscando entender la causa de su desgracia, echan suertes, y la suerte recae sobre Jonás. «Y dijeron cada uno a su compañero: Venid, y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás» (Jonás 1:7).

– Confesión de Jonás: Interrogado por los marineros, Jonás confiesa que es un hebreo que adora al Señor, el Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra seca. Reconoce que está huyendo de la presencia de Dios. «Y les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra» (Jonás 1:9).

El Sacrificio de Jonás (Jonás 1:11-16)

– Solución de Jonás: Los marineros preguntan qué deben hacer para calmar el mar, y Jonás les dice que lo arrojen al mar, ya que él es la causa de la tormenta. «Y él les dijo: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros» (Jonás 1:12).

– Desenlace: A pesar de sus intentos iniciales de remar hacia la tierra, los marineros finalmente lanzan a Jonás al mar, y la tormenta se calma. «Y tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furia» (Jonás 1:15).

– Reverencia de los Marineros: Los marineros temen grandemente al Señor, ofrecen sacrificios y hacen votos a Él. «Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos» (Jonás 1:16).

Versículo Clave de Jonás 1

«Y les respondió: Soy hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra» (Jonás 1:9).

Identidad y Confesión:

En este versículo, Jonás se identifica como hebreo y reconoce su fe en Jehová, el Dios de los cielos. Esta confesión revela su comprensión de la soberanía de Dios sobre toda la creación, incluyendo el mar que amenaza la nave.

Reconocimiento de Soberanía:

Jonás admite que Dios es el creador del mar y la tierra, subrayando la omnipotencia y omnipresencia de Dios. Esta declaración es central para la narrativa, ya que refuerza la idea de que ningún lugar está fuera del alcance de Dios, un tema crítico considerando que Jonás intentaba huir de la presencia divina.

Contraste y Testimonio:

El testimonio de Jonás a los marineros paganos contrasta con su desobediencia. A pesar de su intento de escapar, Jonás reconoce la verdad sobre Dios, proporcionando un testimonio que eventualmente lleva a los marineros a temer y adorar a Jehová.

Oración:

Señor, renueva siempre mi obediencia y respeto a Tus caminos, a Tu perfección y a Tu autoridad sobre todo lo creado. Que reconociendo Tu poder, busque siempre avanzar, agradando Tu voluntad y permitiendo en obediencia y humildad el desarrollo de la obra que quieres lograr en mí. Que sea yo, Padre, ante los que me rodean, testimonio de las gracias que otorgas, a todos quiénes con fidelidad buscan seguirte. En El Nombre de Jesús, Amén.