Juan 5
Juan 5 subraya la autoridad divina de Jesús para sanar, dar vida y juzgar. Su sanidad en Betesda muestra su compasión y poder, mientras que su enseñanza confronta a los líderes religiosos con la verdad de su identidad como el Hijo de Dios. Este capítulo nos invita a escuchar, creer en Jesús y recibir la vida eterna que solo Él puede ofrecer.
La Sanidad en el Estanque de Betesda (Juan 5:1-15)
Jesús sube a Jerusalén para una fiesta y encuentra a un hombre inválido junto al estanque de Betesda, quien había estado enfermo por 38 años. Jesús le pregunta si quiere ser sano, y luego le dice: «Levántate, toma tu lecho y anda» (Juan 5:8). El hombre es sanado inmediatamente. Como esto ocurre en el día de reposo, los líderes religiosos critican al hombre por llevar su lecho. Más tarde, Jesús le dice que no peque más para que no le suceda algo peor, sugiriendo que su enfermedad podría estar relacionada con algún pecado pasado.
Jesús Declara Su Autoridad (Juan 5:16-30)
Los líderes judíos confrontan a Jesús por sanar en el día de reposo y por referirse a Dios como su Padre, igualándose con Dios. Jesús responde afirmando que solo hace lo que ve hacer al Padre y que ha recibido autoridad para dar vida y ejecutar juicio. También anuncia que llegará la hora en que los muertos oirán su voz y saldrán de sus tumbas, algunos para vida y otros para condenación.
El Testimonio Sobre Jesús (Juan 5:31-47)
Jesús señala varios testimonios que confirman quién es Él:
1. Juan el Bautista: Dio testimonio de la verdad sobre Jesús.
2. Las Obras de Jesús: Sus milagros respaldan su autoridad.
3. El Padre: Ha dado testimonio de Jesús.
4. Las Escrituras: Estas hablan de Él, pero los líderes religiosos no las comprenden ni las aceptan.
Jesús reprende a los líderes religiosos por su incredulidad, señalando que buscan la gloria de los hombres en lugar de la de Dios y que no aceptan la vida que Él ofrece.
Versículo clave de Juan 5:
«De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.» Juan 5:24
En este versículo, Jesús declara una de las verdades más consoladoras del evangelio: la promesa de vida eterna para quienes escuchan su palabra y creen en Dios, el Padre que lo envió. Este mensaje reafirma su sacrifio por darnos la salvación. Al creer en Jesús, pasamos de la muerte espiritual a transitar un camino hacia la vida eterna, disfrutando de una relación reconciliada con Dios.
La expresión «ha pasado de muerte a vida» subraya que este cambio es inmediato para quienes confían en Cristo. No es una esperanza lejana, sino una realidad presente. Este pasaje también nos invita a escuchar con atención y a responder con fe al mensaje de salvación que Jesús proclama.
Oración:
Señor, gracias venir a traernos la vida eterna a través de Jesús. Ayúdame a vivir cada día con la confianza de que he pasado de muerte a vida por tu gracia. Que pueda escuchar tu palabra con fe y compartir este mensaje de esperanza con quienes lo necesitan. En el nombre de Jesús, Amén.