Publicado por Resumen de Lucas 22
Lucas 22 nos muestra el corazón de Jesús frente al sufrimiento inminente: su oración en Getsemaní refleja una rendición completa a la voluntad del Padre. También vemos el contraste entre su fidelidad y la debilidad humana representada en la traición de Judas y la negación de Pedro. Este capítulo subraya el costo del sacrificio de Cristo y la necesidad de depender de Dios en los momentos de prueba.
El Complot para Arrestar a Jesús (Lucas 22:1-6)
Los líderes religiosos buscan cómo arrestar a Jesús en secreto, temiendo a la multitud. Satanás entra en Judas Iscariote, quien acuerda con los principales sacerdotes traicionar a Jesús a cambio de dinero. Este acto marca el inicio de los eventos de la Pasión.
La Última Cena (Lucas 22:7-23)
Jesús celebra la Pascua con sus discípulos. Parte el pan, simbolizando su cuerpo, y comparte la copa, representando su sangre del nuevo pacto derramada para el perdón de los pecados. Jesús anuncia que uno de los presentes lo traicionará, y los discípulos discuten sobre quién será.
El Discurso sobre el Servicio (Lucas 22:24-30)
Los discípulos discuten sobre quién es el mayor. Jesús les enseña que el mayor debe ser el servidor, usando su ejemplo como modelo: Él vino a servir, no a ser servido. Promete un reino a los que permanecen fieles.
Jesús Predice la Negación de Pedro (Lucas 22:31-34)
Jesús advierte a Pedro que Satanás ha pedido zarandearlo como trigo, pero que Él ha orado por él para que su fe no falte. También le dice que negará tres veces conocerlo antes de que el gallo cante.
Preparativos para la Persecución (Lucas 22:35-38)
Jesús señala que los tiempos cambiarán, y sus seguidores deben prepararse para enfrentar la oposición. Usando simbolismos, les indica que estén listos para los desafíos venideros.
Jesús Ora en Getsemaní (Lucas 22:39-46)
En el Monte de los Olivos, Jesús ora en agonía, pidiendo al Padre que, si es posible, aparte de Él el cáliz de sufrimiento. Sin embargo, se somete a la voluntad de Dios. Sus discípulos, incapaces de mantenerse despiertos, lo dejan orar solo.
El Arresto de Jesús (Lucas 22:47-53)
Judas llega con una multitud armada para traicionar a Jesús con un beso. Uno de los discípulos corta la oreja de un siervo del sumo sacerdote, pero Jesús lo sana. Luego se entrega, señalando que este es su momento, cuando las fuerzas de las tinieblas actúan.
Pedro Niega a Jesús (Lucas 22:54-62)
Pedro sigue a Jesús a la casa del sumo sacerdote. Cuando es identificado como uno de sus discípulos, niega tres veces conocerlo. Al oír el canto del gallo, recuerda las palabras de Jesús y llora amargamente.
Jesús es Burlado y Juzgado (Lucas 22:63-71)
Los guardias se burlan y golpean a Jesús, exigiendo que profetice quién lo golpeó. Al día siguiente, los líderes religiosos lo interrogan. Jesús declara que es el Hijo de Dios, lo que ellos consideran blasfemia y lo condenan.
Versículo clave de Lucas 22:
«Y apartado de ellos a distancia como de un tiro de piedra, se puso de rodillas y oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Lucas 22:41-42
Este versículo, situado en el contexto del huerto de Getsemaní, refleja uno de los momentos más íntimos y humanos de Jesús antes de su crucifixión. Aquí, vemos a Jesús enfrentando el peso del sacrificio que estaba por realizar, mostrando su angustia al pedir al Padre que apartara de él la «copa», una metáfora de los sufrimientos que estaba por soportar. Sin embargo, también vemos su perfecta sumisión a la voluntad divina, al declarar que su mayor deseo es que se cumpla el plan del Padre, no el suyo.
Esta oración nos enseña varias lecciones profundas. En primer lugar, nos muestra que es humano sentir miedo o angustia frente a situaciones difíciles, pero que estas emociones no deben alejarnos de nuestra fe y confianza en Dios. En segundo lugar, nos recuerda la importancia de la sumisión a la voluntad de Dios, incluso cuando no entendemos completamente sus propósitos. La oración de Jesús es un modelo de obediencia y entrega absoluta, donde la voluntad del Padre tiene prioridad sobre cualquier deseo personal.
Oración:
Padre celestial, gracias por el ejemplo de Jesús en el huerto de Getsemaní, quien mostró un corazón lleno de obediencia y entrega a tu voluntad. Ayúdame a seguir su ejemplo, buscando siempre cumplir con tus planes, incluso cuando no los entienda o me resulten difíciles.
Señor, dame la fe y la fortaleza para confiar en que tu voluntad es siempre mejor que la mía. Enséñame a rendir mis deseos y miedos ante ti, sabiendo que tú estás en control y que todo obra para bien en aquellos que te aman. Que en cada momento de mi vida, mi oración sea: «No se haga mi voluntad, sino la tuya». En el nombre de Jesús, Amén.
