Publicado por Mateo 1: Genealogía de Jesús (Mateo 1:1-17)
El Evangelio de Mateo comienza con la genealogía de Jesús, enfatizando su linaje real y mesiánico. Este pasaje rastrea la descendencia de Jesús desde Abraham hasta David, y de David hasta José, el esposo de María. Se mencionan tres conjuntos de catorce generaciones, destacando las figuras clave de la historia de Israel, como Abraham, Isaac, Jacob, David, Salomón, y el rey Josías, hasta llegar a Jesús. Este registro demuestra que Jesús cumple las promesas hechas a Abraham y David sobre la venida de un Salvador (Mateo 1:1).
Nacimiento de Jesús (Mateo 1:18-25)
La narración de Mateo también incluye la historia del nacimiento de Jesús, enfocándose en cómo José, el prometido de María, reacciona cuando descubre que ella está embarazada por obra del Espíritu Santo. José, siendo un hombre justo, decide divorciarse de María en secreto para no avergonzarla públicamente. Sin embargo, un ángel se le aparece en sueños y le explica que el niño que María lleva en su vientre es del Espíritu Santo, y que debe llamarlo Jesús, porque «él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21).
Además, el Evangelio conecta el nacimiento de Jesús con una profecía del Antiguo Testamento: «He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel» (Mateo 1:23), lo cual significa «Dios con nosotros». José obedece el mandato del ángel, toma a María como su esposa, cumpliendo así la profecía divina.
Versículo clave de Mateo 1:
«Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Mateo 1:21
Este versículo es clave porque contiene el corazón del mensaje del Evangelio: la misión de Jesús como Salvador. En este contexto, el ángel le revela a José el propósito divino detrás del nacimiento de Jesús, quien fue concebido por el Espíritu Santo. El nombre «Jesús» significa «Jehová es salvación,» y el versículo deja claro que Él viene a salvar a su pueblo de sus pecados. Esto marca el inicio del plan redentor de Dios para la humanidad.
El mensaje es profundo porque, desde su nacimiento, la misión de Jesús es liberarnos del pecado. Su llegada no solo es el cumplimiento de las profecías, sino la manifestación del amor de Dios hacia el mundo, dispuesto a salvarnos y reconciliarnos con Él a través de su Hijo.
Oración:
Señor, te damos gracias por el maravilloso regalo de tu Hijo Jesús, quien vino a salvarnos de nuestros pecados. Te pedimos que nos ayudes a vivir con corazones agradecidos, recordando siempre el sacrificio que Él hizo por nosotros. Que su nombre esté siempre en nuestros labios, y que nuestra vida refleje su amor y gracia. Permítenos caminar en la salvación que nos has dado y compartir este mensaje con los demás. En El Nombre de Jesús, Amén.
