Mateo 26:
Mateo 26 muestra los momentos finales de la vida de Jesús antes de su crucifixión, destacando la traición, el dolor y el sacrificio. Las profecías y advertencias de Jesús se cumplen, revelando la profundidad de su amor y su disposición a someterse a la voluntad del Padre para cumplir su misión redentora.
El Complot para Matar a Jesús (Mateo 26:1-5)
En los primeros versículos de este capítulo, Jesús anuncia a sus discípulos que será entregado para ser crucificado durante la fiesta de la Pascua. Al mismo tiempo, los principales sacerdotes y ancianos conspiran para arrestar a Jesús y matarlo, aunque deciden no hacerlo durante la fiesta para evitar disturbios entre el pueblo.
La Unción en Betania (Mateo 26:6-13)
Mientras Jesús se encuentra en Betania, en casa de Simón el leproso, una mujer se le acerca con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy costoso y lo derrama sobre su cabeza. Los discípulos critican el desperdicio, sugiriendo que el perfume podría haberse vendido para ayudar a los pobres. Sin embargo, Jesús defiende el acto de la mujer, afirmando que ella lo ha ungido para su entierro y que su gesto será recordado en todo el mundo donde se predique el evangelio.
La Traición de Judas (Mateo 26:14-16)
Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, va con los principales sacerdotes y acuerda traicionar a Jesús por treinta piezas de plata. A partir de ese momento, Judas busca la oportunidad para entregarlo.
La Última Cena (Mateo 26:17-30)
Durante la fiesta de los panes sin levadura, Jesús celebra la Pascua con sus discípulos. Mientras comen, Jesús anuncia que uno de ellos lo traicionará, lo cual causa gran tristeza entre los discípulos. Jesús identifica a Judas como el traidor, pero el acto ya está en marcha. Durante la cena, Jesús instituye lo que se conoce entre las culturas religiosas como la Cena del Señor o la Eucaristía, al tomar pan, bendecirlo, partirlo, y decir que es su cuerpo. Luego toma una copa de vino y la comparte, diciendo que es su sangre del nuevo pacto, derramada por muchos para el perdón de los pecados.
Jesús Predice la Negación de Pedro (Mateo 26:31-35)
Después de la cena, Jesús advierte a sus discípulos que todos lo abandonarán esa noche. Pedro, en particular, rechaza la idea y asegura que nunca lo negará. Sin embargo, Jesús le dice que antes de que el gallo cante, Pedro lo habrá negado tres veces. Aunque Pedro insiste en su lealtad, Jesús ya conoce el destino.
Jesús en Getsemaní (Mateo 26:36-46)
Jesús lleva a sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní para orar. Pide a Pedro, Santiago y Juan que lo acompañen, pero se retira solo a orar al Padre, expresando su profunda angustia ante lo que está por venir. Tres veces ora para que, si es posible, pase de él el «cáliz» del sufrimiento, pero también se somete a la voluntad de Dios. Durante este tiempo, sus discípulos se duermen, incapaces de velar con Él. Jesús los reprende por su falta de vigilancia y les recuerda la necesidad de orar para no caer en tentación.
La Arresto de Jesús (Mateo 26:47-56)
Judas llega al huerto de Getsemaní acompañado de una multitud armada enviada por los principales sacerdotes y ancianos. Judas identifica a Jesús con un beso, y Jesús es arrestado. En medio del caos, uno de los discípulos (identificado como Pedro en otros evangelios) saca su espada y corta la oreja de un sirviente del sumo sacerdote, pero Jesús lo detiene, curando al hombre y reprendiendo la violencia. Jesús señala que su arresto cumple las Escrituras, y todos sus discípulos lo abandonan y huyen.
Jesús ante el Sanedrín (Mateo 26:57-68)
Jesús es llevado ante el sumo sacerdote Caifás y el Sanedrín, donde buscan testimonios falsos para condenarlo a muerte. Aunque muchos testigos se presentan, sus declaraciones no concuerdan. Finalmente, dos testigos acusan a Jesús de haber dicho que destruiría el templo y lo reconstruiría en tres días. El sumo sacerdote lo confronta, y cuando Jesús afirma ser el Hijo de Dios, lo acusan de blasfemia y lo condenan a muerte. Los guardias comienzan a maltratar a Jesús, escupiéndole y golpeándolo.
La Negación de Pedro (Mateo 26:69-75)
Mientras Jesús es juzgado, Pedro está fuera en el patio. Tres veces es reconocido como uno de los seguidores de Jesús, y tres veces niega conocerlo. Tras la tercera negación, el gallo canta, y Pedro recuerda las palabras de Jesús. Profundamente arrepentido, sale y llora amargamente.
Versículo clave de Mateo 26:
«Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.» Mateo 26:27-28
Este versículo es central en Mateo 26 porque marca el establecimiento del nuevo pacto a través del sacrificio de Jesús. Durante la última cena con sus discípulos, Jesús utiliza el pan y el vino como símbolos de su cuerpo y su sangre, instituyendo lo que conocemos como la Santa Cena o Comunión. En este momento crucial, Jesús señala que su sangre sería derramada para el perdón de los pecados, cumpliendo así la promesa de redención para la humanidad.
El «nuevo pacto» es significativo porque representa la nueva relación entre Dios y su pueblo, basada en el sacrificio de Cristo, en lugar de los sacrificios antiguos del Antiguo Testamento. Este pacto asegura que, por medio de la fe en Jesús, los pecados son perdonados y los creyentes tienen acceso a la salvación eterna.
Oración:
Señor, te damos gracias por el sacrificio de tu Hijo, que derramó su sangre para el perdón de nuestros pecados. Ayúdanos a vivir en gratitud y reverencia, recordando siempre el costo de nuestra salvación. Que cada vez que recordemos tu sacrificio, renovemos nuestro compromiso contigo y nos enfoquemos en seguir tu voluntad. En el nombre de Jesús, Amén.