Nahúm 1: Inicio de la caída de Nínive
El libro de Nahúm comienza con una poderosa descripción del carácter de Dios y su juicio sobre Nínive, la capital del imperio asirio. Este capítulo establece el tono para todo el libro, que trata principalmente de la caída de Nínive. Aunque Nínive se había arrepentido en tiempos de Jonás, el pueblo volvió a sus caminos perversos, y Nahúm profetiza su destrucción.
La Ira y el Poder de Dios (Nahúm 1:2-6)
– Dios Celoso y Vengador: El capítulo comienza destacando que Dios es un Dios celoso y vengador: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos” (Nahúm 1:2). Este versículo enfatiza la justicia de Dios y su compromiso con la santidad, lo que significa que no permitirá que el pecado quede impune.
– La Omnipotencia de Dios: Nahúm describe el poder de Dios sobre la naturaleza: “Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies” (Nahúm 1:3). Estas imágenes poderosas muestran que Dios controla los elementos y es soberano sobre toda la creación. No hay lugar donde los malvados puedan esconderse de su juicio.
– Destrucción de la Creación: El profeta continúa describiendo cómo, ante la presencia de Dios, la tierra se sacude y las montañas se deshacen: “Tiembla delante de él la tierra, y los montes se estremecen, se disuelven los collados, se deshace la tierra delante de él” (Nahúm 1:5). Esta sección resalta la majestad de Dios y el temor reverente que debería inspirar.
El Consuelo para los Justos (Nahúm 1:7-8)
– Refugio en Dios: A pesar de la severidad del juicio, Nahúm ofrece un mensaje de consuelo para los justos: “Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7). Aquí, el profeta asegura que El Señor es un refugio para aquellos que confían en Él, protegiéndolos incluso en tiempos de tribulación.
– Destrucción de los Enemigos: En contraste con la protección para los fieles, Nahúm también reafirma que Dios destruirá a sus enemigos: “Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos” (Nahúm 1:8). Esta dualidad subraya la justicia de Dios: mientras protege a los suyos, elimina también a los impíos.
El Fin de Nínive (Nahúm 1:9-15)
– Destrucción Inevitable: En los versículos 9-11, Nahúm profetiza que los planes de Nínive contra Dios serán vanos: “¿Qué pensáis contra Jehová? Él hará consumación; no tomará venganza dos veces de sus enemigos” (Nahúm 1:9). La destrucción de Nínive es inevitable, y el profeta deja claro que ninguna fuerza humana puede detener el juicio divino.
– Liberación de Judá: En contraste con el destino de Nínive, Dios promete libertad a Judá: “He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más pasará por ti el malvado; pereció del todo” (Nahúm 1:15). Este versículo ofrece esperanza a Judá, asegurando que la opresión asiria llegará a su fin.
Conclusión
Nahúm 1 establece un contraste claro entre el juicio severo de Dios sobre Nínive y su cuidado amoroso por aquellos que confían en Él. El capítulo presenta al Señor como un juez justo que no tolera la maldad, pero también como un refugio seguro para los justos. Este equilibrio entre justicia y misericordia es central en la comprensión del carácter de Dios en la profecía de Nahúm.
Versículo clave de Nahum 1:
«Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.» Nahum 1:7
Este versículo es crucial porque destaca la bondad y la protección de Dios en medio del juicio que se anuncia contra Nínive. A pesar de las sombrías advertencias de destrucción, Nahum nos recuerda que Jehová es una fortaleza para aquellos que confían en Él. Este versículo ofrece consuelo y esperanza, mostrando que, aunque Nuestro Padre Celestial es justo en su juicio, también es infinitamente bueno y cuida de los suyos en tiempos de angustia.
La frase “conoce a los que en él confían” subraya la relación íntima y personal que Dios tiene con aquellos que le buscan. Él no solo es un refugio, sino que también conoce profundamente a quienes le confían sus vidas. Este versículo nos asegura que en medio de cualquier adversidad, podemos encontrar seguridad y consuelo en la bondad del Señor, sabiendo que Él nunca abandona a los que confían en su poder y misericordia.
Oración:
Señor, te damos gracias porque en ti encontramos refugio y fortaleza en los días difíciles. Ayúdanos a confiar en tu bondad y a descansar en tu protección, sabiendo que nos conoces y cuidas con amor. Que tu paz inunde nuestros corazones en medio de la adversidad, y que podamos reflejar esa confianza en ti a los que nos rodean. En El Nombre de Jesús, Amén.