Biblia Devocional en 1 Año: Nahúm 2

Publicado por

Nahúm 2: Continuación de la caída de Nínive.

El segundo capítulo del libro de Nahúm describe con vívidos detalles la caída de Nínive, la capital del imperio asirio. Nahúm continúa relatando de forma dramática, el asalto a la ciudad, resaltando la destrucción y el caos que acompaña el juicio de Dios sobre esta nación orgullosa y opresora.

El Ataque a Nínive (Nahúm 2:1-4)

– El Invasor se Acerca: El capítulo comienza con una advertencia a Nínive: “Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza, vigila el camino, ciñe tus lomos, refuerza mucho tu poder” (Nahúm 2:1). Aquí, Nahúm desafía a Nínive a prepararse para el ataque, aunque de manera irónica, ya que su esfuerzo por resistir será en vano. Este versículo subraya la inminencia del juicio y la inutilidad de oponerse a la voluntad de Dios.

– La Fuerza del Asedio: Los versículos siguientes describen la fuerza de los invasores: “El escudo de sus valientes estará rojo, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas, el día que se prepare, y temblarán las hayas” (Nahúm 2:3). Estas imágenes vívidas transmiten el poder y la determinación de los atacantes, mostrando que la destrucción de Nínive será rápida y feroz.

El Caos en Nínive (Nahúm 2:5-8)

– Confusión y Desesperación: Nahúm describe la confusión dentro de Nínive cuando los defensores tratan de organizarse: “Se acordará de sus valientes; tropezarán en su marcha, se apresurarán a su muro, y la defensa se preparará” (Nahúm 2:5). Esta escena de caos refleja la desesperación de una ciudad que, a pesar de su preparación, está destinada a caer.

– El Desbordamiento del Río: Uno de los elementos clave en la caída de Nínive es el desbordamiento de los ríos que rodean la ciudad: “Las puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido” (Nahúm 2:6). Este evento catastrófico simboliza el carácter inevitable del juicio divino, mostrando que incluso las barreras naturales no pueden proteger a Nínive del destino que Dios ha decretado.

– Nínive como Agua Derramada: El profeta compara a Nínive con agua derramada: “Y Husab será cautiva, llevada será, y sus criadas llevarán lamentos como el ruido de palomas, golpeando sus pechos” (Nahúm 2:7). Esta imagen sugiere la completa disolución de la ciudad y la desesperanza de sus habitantes.

El Saqueo de Nínive (Nahúm 2:9-13)

– Botín y Destrucción: Nahúm invita a los invasores a saquear la riqueza de Nínive: “Saquead plata, saquead oro; no hay fin de las riquezas, de toda suntuosidad de todos los muebles codiciables” (Nahúm 2:9). Este versículo destaca la gran riqueza acumulada por Nínive, la cual ahora será tomada por sus conquistadores, demostrando la transitoriedad del poder y la riqueza terrenales.

– La Devastación Completa: Finalmente, Nahúm describe la devastación completa de la ciudad: “Vacía, agotada y desolada; corazón desfallecido, temblor de rodillas, dolor en todos los lomos, y rostros de todos ellos demudados” (Nahúm 2:10). Este versículo captura la desesperanza total y la ruina que sobrevendrá a Nínive, resaltando la severidad del juicio de Dios.

– El Juicio de Dios: El capítulo concluye con una declaración clara del juicio divino: “Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos, y haré arder en humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos, y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros” (Nahúm 2:13). Este versículo final subraya la autoridad de Dios y su determinación de poner fin a la opresión y la maldad de Nínive.

Versículo clave de Nahum 2:

«He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz. Celebra, oh Judá, tus fiestas, cumple tus votos; porque nunca más te pasará el malvado, pereció del todo.» Nahum 2:1

Este versículo es significativo porque marca un cambio en el tono del libro, ofreciendo un rayo de esperanza en medio de la destrucción que se avecina sobre Nínive. Nahum proclama la liberación de Judá y el fin del opresor. La imagen de “los pies del que trae buenas nuevas” evoca la llegada de noticias de paz y salvación para el pueblo de Dios, que ha sufrido bajo la mano del malvado.

La frase “porque nunca más te pasará el malvado” resalta la promesa de liberación y la restauración de la paz. Este versículo nos recuerda que, aunque Dios permite la corrección y el juicio, también es fiel para salvar y restaurar a su pueblo. La invitación a celebrar las fiestas y cumplir los votos refleja la alegría de la redención y la gratitud hacia Dios por su liberación definitiva.

Oración:

Señor, te damos gracias por las buenas nuevas de paz y liberación que traes a nuestras vidas. Ayúdanos a confiar en tu salvación y a vivir en gratitud, celebrando tu fidelidad y cumpliendo nuestros compromisos contigo. Que podamos encontrar esperanza en tus promesas, sabiendo que tú eres nuestro libertador y que el mal no prevalecerá sobre nosotros. En El Nombre de Jesús, Amén.