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Romanos 15
Romanos 15 nos desafía a vivir en unidad, a servir y edificar a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo. Nos recuerda que el evangelio es para todos, judíos y gentiles, y nos anima a participar en la misión de Dios. Además, nos muestra la importancia de la oración intercesora y del apoyo mutuo en la obra del Señor. Este capítulo nos llama a vivir con esperanza, gozo y paz, confiando en el poder del Espíritu Santo.
Vivir en Unidad y Edificación Mutua (Romanos 15:1-7)
Pablo exhorta a los creyentes fuertes en la fe a soportar las debilidades de los más débiles y no solo buscar su propio bienestar, sino edificar al prójimo. Cristo es el modelo supremo de servicio y sacrificio, pues no agradó a sí mismo, sino que llevó nuestras cargas.
Las Escrituras fueron escritas para nuestra enseñanza y para darnos paciencia, consuelo y esperanza. Pablo ora para que los creyentes vivan en unidad, con un mismo sentir, glorificando juntos a Dios. Finalmente, les exhorta a recibirse unos a otros, como Cristo los recibió.
Cristo: Salvador de Judíos y Gentiles (Romanos 15:8-13)
Pablo reafirma que Cristo vino primero para cumplir las promesas hechas a Israel, pero también para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia. Cita varias Escrituras del Antiguo Testamento que muestran que Dios siempre tuvo un plan para salvar a los gentiles.
Pablo concluye esta sección con una hermosa bendición, deseando que Dios llene a los creyentes de gozo, paz y esperanza por el poder del Espíritu Santo.
El Ministerio de Pablo a los Gentiles (Romanos 15:14-21)
Pablo expresa su confianza en la madurez espiritual de los creyentes en Roma. Explica que su ministerio ha sido llevar el evangelio a los gentiles, predicando donde Cristo aún no había sido anunciado. Su meta era no edificar sobre el fundamento de otro, sino llevar el mensaje a nuevas regiones.
Planes de Pablo y su Petición de Oración (Romanos 15:22-33)
Pablo explica que ha querido visitar Roma, pero ha estado ocupado predicando en otras regiones. Ahora planea viajar a España y detenerse en Roma en su camino. Antes, debe ir a Jerusalén para llevar una ofrenda de los creyentes gentiles a los hermanos necesitados de Judea.
Pablo pide a los romanos que oren por él, para que sea librado de los incrédulos en Judea y que su servicio a los santos sea aceptado.
Versículo clave de Romanos 15:
«Y el Dios de paciencia y de consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.» —Romanos 15:5
Este versículo refleja el deseo de Pablo de que los creyentes vivan en unidad y armonía, siguiendo el ejemplo de Cristo. Dios es paciente y consolador, y nos llama a reflejar esas mismas cualidades en nuestra relación con los demás. La verdadera unidad cristiana no se basa en la uniformidad, sino en la disposición de cada creyente para actuar con amor y comprensión, dejando de lado el egoísmo y las divisiones.
Este pasaje nos enseña que la unidad en la iglesia no es un esfuerzo meramente humano, sino que es dada por Dios cuando buscamos Su voluntad y nos sometemos al carácter de Cristo. Nos invita a ser pacientes con los demás, a consolarnos mutuamente y a vivir en armonía, poniendo a Jesús como nuestro modelo.
Oración:
Señor, gracias porque en Ti encuentro paciencia y consuelo. Ayúdame a vivir en unidad con mis hermanos en la fe, siguiendo el ejemplo de Cristo. Dame un corazón humilde y dispuesto a amar, servir y edificar a los demás, buscando siempre la paz y la armonía en tu iglesia. En el nombre de Jesús, Amén.
