(Lee al final el estudio un devocional de Salmos 100. Esperamos sea de bendición para ti)
Salmo 101 – Viviendo en justicia delante del Señor
El Salmo 101 es un salmo atribuido al rey David y se centra en la importancia de vivir una vida justa y recta delante de Dios y de los demás. A lo largo del salmo, David establece sus propósitos y compromisos para gobernar con integridad y justicia.
El salmo comienza con David declarando su compromiso de cantar misericordia y justicia. Expresa su deseo de entender el camino perfecto y vivir una vida íntegra. David se compromete a actuar con sabiduría y tener un corazón perfecto en su casa y en su reino.
En el versículo 3, David establece su estándar para vivir una vida justa, diciendo: «No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí». Aquí, David muestra su determinación de apartarse de todo lo malo y de las personas que se desvían del camino de Dios.
David también hace una declaración enérgica contra la maldad y la perversidad. En los versículos 5 y 6 dice: «Al que infamia a su prójimo a escondidas, a éste destruiré; no sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá».
El rey David muestra una actitud de rechazo hacia los engañadores y los mentirosos, y declara su intención de destruir a los que difaman a sus vecinos en secreto. En contraste, dirige su atención y bendición hacia los fieles y aquellos que caminan en la perfección.
En los versículos 7 y 8, David enfatiza su deseo de tener ministros y servidores justos y rectos: «No morará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. De mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad».
Aquí, David muestra su compromiso de purificar su entorno y su reino, asegurándose de que aquellos que practican la injusticia y la maldad no tengan lugar en su casa ni en su ciudad.
El salmo concluye con David comprometiéndose a buscar y destruir a todos los malvados y a eliminar la maldad de la ciudad de Jehová. Su objetivo final es establecer un reino justo y recto, donde los impíos no tengan lugar.
En resumen, el Salmo 101 es una declaración de compromiso de David para vivir una vida justa y recta delante de Dios y de su pueblo. David se compromete a gobernar con integridad y a apartarse de la maldad. Establece estándares elevados para su casa y su reino, y declara su intención de eliminar a los malvados y a aquellos que practican la injusticia. El salmo refleja la importancia de vivir una vida de integridad y compromiso con los principios divinos.
Devocional:
Aborrezco la obra de los que se desvían; Ninguno de ellos se acercará a mí. Corazón perverso se apartará de mí; No conoceré al malvado. (Salmos 101:4)
Cantar afinado para Dios no tiene nada que ver con una voz perfecta. En lugar de preocuparnos por no perder el tiempo de entrada o por no dar la nota correcta, se trata de afinar nuestro corazón para Dios.
En lugar de distraernos impresionando al auditorio humano, centrémonos en Aquel que es nuestro único y verdadero auditorio: ¡Dios! Cantemos las estrofas de la bondad y la justicia, como si nos guiara el amor y la voluntad del Padre.
Tengamos lo que tengamos en nuestras manos, optemos por el valor de la honradez. esforcémonos por la verticalidad y echemos a patadas los actos que demuestran, como lo señala el salmista un «corazón perverso». No nos dejemos arrastrar por el torrente de maldad que abunda. Ayudemos en la excelencia sin perdernos, ya sea en casa, en el trabajo, en la iglesia o en cualquier lugar dónde nos encontremos.
Mantengamos un alto nivel moral, sin envidiar nunca las prácticas bajas. Actuemos con integridad en nuestra vida privada, desarrollando una visión selectiva que contraste y de justa realidad a las torpezas que aparecen ante nuestros ojos.
Detengamos los comportamientos desviados, renunciando al error y no a las personas. Aun así, prestemos la máxima atención y evitemos las empresas ruinosas que absorben toda nuestra energía y nos consumen por dentro. Hagamos frente a las calumnias.
Seamos inflexibles ante la vanidad y la mentira. Rodeémonos de gente sencilla que intente desenvolverse de forma pura y transparente.
En esencia, intentemos por todos los medios ampliar el territorio del cielo. Empezando por Su dominio en nosotros.
Entonces la música será diferente, es decir, a Su entera satisfacción; y con ella gloriaremos a Nuestro Padre de los Cielos, en todo momento.
Oración:
Señor, ayúdame a seguir el ejemplo del rey David en el Salmo 101. Concédeme un corazón íntegro y un compromiso fortalecido de vivir con justicia y rectitud. Que mi vida refleje tu misericordia y tu verdad. Ayúdame a apartarme de todo lo malo y a buscar la compañía de los que hacen el bien. Que mi testimonio sea una luz en medio de la oscuridad, mostrando tu amor y tu perfección. En El Nombre de Jesús, Amén.