Biblia Devocional en 1 Año: Salmos 113

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(Lee al final el estudio un devocional de Salmos  113. Esperamos sea de bendición para ti)

Salmo 113 – Un poderoso himno de alabanza.

Este hermoso salmo forma parte del Libro de los Salmos del Antiguo Testamento y es conocido por su alabanza y exaltación de Dios. Se recita a menudo en la tradición judía durante el Seder de Pascua y otras ocasiones festivas.

El Salmo 113 es un himno de alabanza breve pero poderoso, que consta de sólo nueve versículos, y sin embargo encierra la grandeza y compasión ilimitadas de Dios. A menudo se hace referencia a él como uno de los «Salmos del Aleluya», que son cantos de alabanza y acción de gracias.

El versículo 1 comienza con una llamada a alabar al Señor. Marca el tono de todo el salmo, haciendo hincapié en el acto de alabar a Dios como tema central. Dice: «Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová.».

Los versículos 2 y 3 subrayan la intemporalidad y universalidad de la alabanza a Dios.En ellos el salmista Afirma: «Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová». Estos versículos ponen de relieve que la alabanza de Dios no conoce límites y está destinada a ser continua, desde el alba hasta el ocaso, y por toda la eternidad.

El versículo 4 destaca la posición exaltada de Dios: «Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria». Este versículo subraya la supremacía de Dios sobre todas las naciones y todo el cosmos.

El versículo 5 introduce un aspecto de la naturaleza de Dios que le distingue de cualquier gobernante o poder terrenal: Su condescendencia. Dice: «¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas». Esta imagen de Dios que se inclina para observar y cuidar de Su creación muestra Su amor y cuidado por la humanidad.

Los versículos 6-9 cambian el enfoque hacia la compasión de Dios por los oprimidos y marginados. Describe cómo Dios levanta del polvo a los pobres y necesitados, levantándolos de su situación de precariedad material, para sentarlos con los príncipes y heredar un lugar de honor. Este tema de la preocupación de Dios por los humildes y Su capacidad para dar vida a una transformación profunda de sus realidades, es un tema recurrente en los Salmos.

En el versículo 9, el salmo concluye con la idea de que Dios concede a las mujeres estériles la alegría de la maternidad, un profundo símbolo de la capacidad de Dios para dar vida y bendiciones a las situaciones más desoladoras.

En resumen, el Salmo 113 es un salmo de alabanza que exhorta a todos los siervos del Señor a exaltar continuamente Su nombre. Destaca la infinita grandeza de Dios, Su posición por encima de todas las naciones y la creación, Su naturaleza compasiva y Su notable capacidad para transformar la vida de todos sus hijos, y más aún de los más necesitados. El salmo sirve como recordatorio del carácter inmutable de Dios y de Su voluntad de extender Su amor y misericordia a quienes invocan Su nombre.

Devocional:

Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar. Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. (Salmos 113:7-8)

El Salmo 113 nos presenta un recordatorio indispensable e irrenunciable: que Dios es digno de nuestra alabanza en todo momento. Comienza con una llamada a alabar al Señor, subrayando que el nombre de Dios merece adoración eterna. Esto prepara el escenario para el tema central del salmo: el poder transformador de la compasión de Dios.

El versículo 7 declara que el Señor levanta al pobre del polvo y eleva al necesitado desde la ceniza. Este versículo nos brinda, una impactante imagen de la increíble capacidad de Dios para transformar la vida de los humildes y oprimidos. Del mismo modo que Dios levantó a los pobres del polvo en la antigüedad, hoy sigue levantándonos a nosotros de las cenizas de nuestra desesperación.

La compasión de Dios no tiene límites. Nos ve, incluso en nuestros momentos más bajos, y extiende Su mano para levantarnos. Podemos sentirnos como polvo, pero a los ojos de Dios somos preciosos, valiosos y dignos de Su amor y Su gracia.

Hoy, dedica un momento a reflexionar sobre el poder transformador de la compasión de Dios. No importa lo insignificante o impotente que te sientas, si el dolor de una decepción o el miedo y la angustia de un evento que escapa de Tu control te ha robado la paz y la tranquilidad. Ten por seguro que Dios está preparado y dispuesto a levantarte, sacudirte el polvo y traer nuevamente la alegría a tu vida.

Oración:

Señor, hay momentos en que nos sentimos como polvo, pequeños e insignificantes. Sin embargo, en esos momentos, encontramos esperanza en tu Palabra. Tú eres el Dios que levanta a los pobres y los sanas del golpe de la caída, renovando sus fuerzas y elevándolos del monte de las cenizas. Ninguno de tus hijos está olvidado ni abandonado; somos vistos y amados por ti.

Ayúdanos a recordar que tu compasión no tiene límites, que siempre estás dispuesto a tendernos la mano y levantarnos, por muy bajo que hayamos caído. Tu amor nos transforma de adentro hacia afuera, convirtiendo nuestra desesperación en esperanza y nuestra debilidad en fortaleza.

Que tengamos fe en tu poder transformador y caminemos con la confianza de que siempre estás con nosotros, guiándonos del polvo a la gloria.

Te lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.