Biblia Devocional en 1 Año: Salmos 148

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(Lee al final el estudio un devocional de Salmos  148. Esperamos sea de bendición para ti)

Salmo 148: La llamada universal a alabar la creación de Dios

El Salmo 148 es un salmo de alabanza universal que llama a toda la creación a unirse para adorar y alabar a Dios. Destaca el valor y la gloria inherentes a la creación e invita a cada parte integrante del universo a reconocer y exaltar al Creador. Exploremos los temas y mensajes clave de este salmo.

El salmo comienza con una llamada a alabar al Señor. Destaca el alcance universal de esta llamada, dirigiéndose tanto a los seres celestiales como a las criaturas terrenales. El salmista llama a los seres celestiales, incluidos los ángeles, las huestes y los cuerpos celestes, a alabar a Dios. Al extender la llamada tanto a los cielos como a la tierra, el salmista subraya la naturaleza omnímoda del dominio de Dios y la unidad de la creación a aquel a quién adoramos.

En los versículos 3 a 6, el salmista se centra en elementos concretos de la creación y en su papel en la alabanza a Dios. El salmista llama al sol, la luna y las estrellas para que sean motivos de adoración al Señor. Se les describe como obedientes y fieles en sus tareas de dar luz y marcar las estaciones. El salmista destaca su papel como testigos de la gloria y el poder del creador.

A continuación, el salmista se dirige a los elementos de la naturaleza, como las montañas, las colinas, los árboles y los animales salvajes, y en este trecho subraya la armonía y la interconexión de la creación, en la que cada parte tiene un papel que desempeñar para glorificar a Dios. Esta metáfora refleja la idea de que toda la creación está diseñada para reflejar y declarar la grandeza del Creador.

En los versículos 7 a 12, el salmista amplía la llamada a la alabanza para incluir a todos los seres humanos. El salmista se dirige a reyes, príncipes, gobernantes y personas de todas las naciones, independientemente de su condición social o posición. La llamada a la alabanza no se limita a un grupo concreto, sino que se extiende a todo individuo. El salmista subraya que sólo el nombre de Dios es excelso y que Su esplendor está por encima de la tierra y de los cielos.

El salmo concluye en los versículos 13 a 14 con una reafirmación de la llamada a la alabanza. El salmista se dirige a toda la creación, desde los seres celestes hasta las criaturas terrestres, expresando el motivo de su alabanza. El salmista afirma que Dios ha levantado un cuerno para Su pueblo, símbolo de fuerza y salvación. Esto afirma la fidelidad del Señor y Su provisión para Su pueblo, subrayando Su papel de protector y libertador.

El Salmo 148 es en consecuencia, un salmo de alabanza universal que llama a toda la creación a unirse para adorar y exaltar a Dios. Destaca el valor y la gloria inherentes a la creación, reconociendo que todos los elementos del universo tienen un papel en alabarle. El salmista invita a los seres celestes, a los cuerpos celestes, a los elementos de la naturaleza y a todos los seres humanos a reconocer y magnificar al Creador.

Además, el Salmo 148 destaca la unidad y la armonía de la creación al alabar a Dios. Retrata la creación como un todo interconectado, en el que cada parte cumple su propósito de glorificar al Creador. El salmista subraya que sólo el nombre de Dios es exaltado y que Su esplendor sobrepasa todo lo que hay entre los cielos y en la tierra.

Devocional:

Alaben el nombre de Jehová, Porque solo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. (Salmos 148:13)

El salmo de hoy es una invitación a toda la creación, incluidos los elementos abióticos y todas las milicias celestiales, para que alaben a Dios como se merece. Obedeciendo el mandato del Creador, la naturaleza cumple su propósito y canta la grandeza del Todopoderoso. En la vida que da la luz del astro diurno, en las estrellas que permanecen en su lugar, en los árboles que nos dan sustento, en los hombres tan distintos entre sí pero tan igualmente amados por el Padre, todo, aunque esté degradado por el pecado, declara que Dios lo ordenó, «y fueron creados» (v. 5).

Todo y todos pertenecemos a Dios. Salimos de sus manos y, si permanecemos en Él, volveremos a ellas. Es sólo cuestión de tiempo, y el Creador vendrá como Juez para reivindicar lo que es suyo. Él mismo declaró: «Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.» (Ap.22:16). No nos ha abandonado en las tinieblas, sino que en Su vida y obras nos ha dado una clara revelación del carácter inmaculado, humilde y compasivo de Dios.

En un mundo lleno de distracciones y prioridades contrapuestas, el Salmos 148:13 sirve de poderoso recordatorio del valor supremo y la gloria de Dios. Nos llama a volver a centrar nuestra atención en Aquel que está verdaderamente exaltado por encima de todo. El nombre del Señor representa Su carácter, Sus atributos y Su autoridad. Es un nombre que exige nuestra reverencia y temor.

Al meditar en el exaltado nombre del Señor, recordamos Su grandeza y majestad. Su esplendor se extiende más allá de los límites de la tierra y abarca los cielos. La inmensidad y la belleza de la creación palidecen en comparación con la magnificencia de nuestro Dios.

Cuando reconocemos la exaltación y el esplendor del nombre del Señor, ello nos lleva naturalmente a la alabanza y la adoración. Del mismo modo que el salmista pide a toda la creación que se una al coro de alabanza, nosotros también estamos invitados a añadir nuestras voces a la sinfonía de la adoración. En nuestra alabanza, reconocemos y magnificamos la grandeza de nuestro Creador, expresando nuestro amor, adoración y gratitud.

Oración:

Padre Celestial, hoy venimos ante Ti con el corazón lleno de gratitud y admiración. Reconocemos que sólo Tu nombre es excelso y que Tu esplendor sobrepasa toda la creación. Ayúdanos a volver a centrar nuestra atención en Ti y a ofrecerte continuamente nuestra alabanza y adoración. Que nuestras vidas sean un testimonio de Tu grandeza, mientras procuramos glorificar Tu nombre en todo lo que hacemos. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.