Zacarías 11: El Juicio sobre los Líderes y el Pueblo (Zacarías 11:1-3)
El capítulo 11 de Zacarías comienza con una advertencia de juicio inminente. Los versículos iniciales hablan de la destrucción de los cedros del Líbano, los cipreses y los robles de Basán (Zacarías 11:1-2), simbolizando la caída de las naciones y líderes poderosos. Los pastores lloran por la pérdida de su esplendor, y los leones rugen, un signo del juicio que se aproxima. Este lenguaje poético señala la destrucción que caerá sobre la tierra debido a la desobediencia y el mal liderazgo.
El Pastor Fiel y la Rechazada Misericordia de Dios (Zacarías 11:4-7)
Dios manda a Zacarías a actuar como un pastor que cuida al «rebaño destinado a la matanza» (Zacarías 11:4), una metáfora del pueblo de Israel que enfrenta destrucción debido a su desobediencia. El profeta representa a un pastor fiel, cuidando de las ovejas, mientras que otros líderes y comerciantes han explotado y traicionado al pueblo por ganancias egoístas. Zacarías usa dos varas simbólicas llamadas «Gracia» y «Unión» (Zacarías 11:7), representando el pacto de Dios con Su pueblo y la unidad que debería existir entre ellos.
El Rechazo del Pastor y el Rompimiento del Pacto (Zacarías 11:8-14)
Zacarías, en su papel de pastor, corta a tres líderes que representan a los falsos pastores que han fallado en cuidar al pueblo (Zacarías 11:8). Sin embargo, las ovejas también rechazan al pastor fiel, lo que lleva al rompimiento de la vara «Gracia», simbolizando la ruptura del pacto de Dios con Israel (Zacarías 11:10). Este acto muestra cómo la misericordia de Dios, ofrecida a Su pueblo, es rechazada, lo que resulta en el juicio.
Zacarías también pide su paga, y los líderes le dan 30 piezas de plata, lo que el profeta considera un precio insultante. En respuesta, El Señor le dice a Zacarías que tire ese dinero al «alfarero» en su casa (Zacarías 11:12-13). Este evento profético apunta a la traición de Jesús, quien fue entregado por Judas por 30 piezas de plata, como se menciona en los evangelios (Mateo 26:15; 27:3-10).
Finalmente, Zacarías rompe la vara «Unión», simbolizando la división entre Judá e Israel, indicando la desunión y la destrucción que caerán sobre el pueblo debido a su rechazo de Dios y Su liderazgo (Zacarías 11:14).
El Pastor Insensato (Zacarías 11:15-17)
Dios instruye a Zacarías a asumir el papel de un «pastor insensato», representando a los líderes falsos y corruptos que vendrán después de que el pastor fiel sea rechazado (Zacarías 11:15). Este pastor no se preocupa por las ovejas, ni las cura ni las alimenta, sino que las explota y destruye. El versículo final pronuncia una maldición sobre este pastor inútil, destacando que enfrentará el juicio de Dios por su negligencia y maldad (Zacarías 11:17).
Versículo clave de Zacarías 11:
«Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.» Zacarías 11:12
Este versículo es clave porque anticipa un acto profético que apunta a la traición de Judas a Jesús, cuando lo entregó por treinta piezas de plata (Mateo 26:14-16). En este contexto, Zacarías actúa como un pastor que ha sido rechazado por el pueblo, y la cantidad que le ofrecen por su trabajo es simbólicamente baja, lo que refleja el desprecio hacia su labor. Las «treinta piezas de plata» representan no solo el rechazo del profeta, sino el valor con el que los líderes religiosos valoraron la vida de Jesús.
El versículo nos invita a reflexionar sobre el rechazo de los enviados de Dios y el desprecio hacia el Mesías mismo. También resalta la injusticia y el dolor del pecado cuando las personas no reconocen el valor verdadero de aquello que Dios ofrece. Sin embargo, en medio de ese rechazo, El Señor tiene un plan de redención que incluso utiliza el acto de traición para cumplir su propósito de salvación.
Oración:
Señor, reconocemos que a veces hemos rechazado tus llamados y hemos subestimado el valor de tu gracia. Te pedimos que nos ayudes a valorar siempre el sacrificio que Jesús hizo por nosotros, y que nuestras vidas reflejen gratitud y fidelidad a tu amor. Fortalece nuestro corazón para seguirte sin reservas y vivir en obediencia a tu voluntad. En El Nombre de Jesús, Amén.