Buenos Días.
Tú eres un pensamiento de Dios, una lágrima de sus ojos, un milagro de su infinito amor, y una huella de su amante corazón.
Por eso, pido a Dios que te conceda cada día, un sol brillante de fe, un cielo infinito de esperanza, un mar profundo de amor y un universo inmenso de bendiciones y felicidad!
Dios te Ama y Yo también.
El Señor Te Bendiga hoy, mañana y siempre.