Versículo:
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos. (Salmos 103:17)
Comentario:
Así como vale la pena vivir la vida aquí en este mundo con alegría cada día, disfrutando de las cosas buenas que nos da y luchando para superar las dificultades que se nos presentan, vale la pena buscar en Dios la dirección y el sustento para esta vida.
El salmista señala que el Señor no ignora los problemas que nos rodean, seamos o no sus siervos; la diferencia es que cuando le servimos de corazón nos dirigimos a Él para que nos guíe y nos ayude en nuestras luchas, además de alabarle por las alegrías.
Cuando una persona no vive esta relación íntima con Dios, que no es simplemente una práctica religiosa, recurrirá a todo lo que tiene delante y no entenderá el favor dispensado por el Señor.
El escritor sagrado presenta a Dios como aquel que no cesa de actuar en la vida de sus siervos, estando presente en este mundo y comprometiéndose a recibirnos en la eternidad. Creer en esta promesa es más que formar parte de cualquier religión; es vivir la verdadera y real fe a través del Señor.
Oración:
Señor, Ayúdame a vivir contigo una experiencia de fe individual, real y capaz de darme la garantía de Tu presencia a mi lado en esta vida, en todas las situaciones; y también la garantía de mi presencia a Tu lado en la eternidad.