Versículo:
Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. (Salmos 51:18-19)
Comentario:
David concluye esta parte de los versos apelando a Dios por su bondad, como en una oración, pide al Señor que bendiga al pueblo y traiga la paz a Jerusalén.
Los muros reconstruidos representarían la seguridad del pueblo y su capacidad para defenderse de sus enemigos, esto también traería paz a los corazones de sus siervos.
Cuando nos encontramos en paz por la seguridad que produce la presencia de Dios en nuestras vidas, disfrutamos de una condición favorable y esto nos tranquiliza. Hacer de Dios nuestro muro y nuestra fuerza (leer el Salmo 125:1-2) es descansar en Él en todos los momentos de nuestra vida, no sólo en los más agudos y difíciles.
La certeza de esta presencia permanente a nuestro lado nos hará darnos cuenta de cuánto debemos esta protección y amor y cuánto debemos esforzarnos por mantener esta relación activa y productiva.
Cuando alcancemos esta conciencia, estaremos listos para ofrecerle un verdadero y completo culto de sumisión, alegría y amor.
Oración:
Señor, eres Tu la única fortaleza capaz de protegerme de todas las guerras de esta vida. Desde allí, bien protegido, enséñame a alabarte por lo que eres y por todo lo que haces por mí!.