Versículo:
Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. (Salmos 19:8)
Comentario:
¿Quién de nosotros no se ha visto caminando por senderos tortuosos y desagradables que nosotros mismos, en algún momento, afirmamos que nunca caminaríamos? Estas contingencias de la vida son el resultado de las decisiones equivocadas que tomamos, fruto de nuestro orgullo o de la falta de orientación humana y espiritual.
El salmista hace una doble afirmación; destaca cómo actúa la palabra en nuestra vida y, también, el resultado de esta acción: «Los preceptos del Señor son rectos que alegran el corazón»
¿Qué hombre no necesita caminos rectos, sin piedras, agujeros, peligros? Incluso si ellos están frente a nosotros, la guía del Señor nos ayuda a superarlos.
Y más que estos factores humanos, el texto bíblico muestra que «los preceptos» generan alegría en nuestros corazones. Una alegría producida por la certeza de la presencia y dirección del Señor en nuestra vida, algo que necesitamos y podemos conseguir.
En este sentido, el salmista sigue afirmando: «el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos». Si quieres experimentar plenamente la presencia de Dios, necesitas ver con los ojos de la fe; y la única manera de hacerlo es dejar que tus ojos se iluminen con los preceptos del Señor y encontrar en ellos la pureza de Dios.
Caminos alineados… corazones alegres y ojos iluminados son delicias que se encuentran en la Palabra de Dios.
Oración:
Señor, abre mi corazón a las delicias para mi espíritu que solo puedo hallar en Tus Santas Escrituras. Amén