Versículo:
El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. (Salmos 19:9-10)
Palabra:
El salmista, en su descripción de los resultados de la Palabra de Dios aplicada a nuestra vida, nos presenta algunas imágenes de valor representativo que ilustran la grandeza de esta Palabra.
Por mucho que las ilustraciones no nos parezcan valiosas hoy en día, en nuestro contexto de vida, si fueron extremadamente valiosas en su tiempo, y este es el testimonio.
Habla de la perennidad (lo que es eterno) de los juicios del Señor, son y serán aplicados en todas las épocas, por la voluntad de Dios de cuidar y guiar a sus siervos en todo momento.
Estos «preceptos» tienen las características del propio Señor; son verdaderos y justos, lo que excluye la participación humana en su elaboración, por más que se hayan elegido hombres para registrarlos.
Cuando nos damos la oportunidad de buscar los preceptos del Señor, nos damos cuenta de su valor y de nuestra necesidad de ellos. Entonces su lectura y aplicación deja de ser algo pesado y repetitivo para convertirse en algo «deseable» para la vista, el corazón y la vida; su valor se compara con el oro (metal más precioso de la historia de la humanidad) y la miel (alimento rico y agradable), todo ello lo superó el valor de las palabras de Dios.
Oración:
Señor, ayúdame a aadornarme con el valioso oro de la palabra y alimentarme con la dulce panal de sabiduría que guardan sus enseñanzas.