Publicado por Versículo:
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. (Efesios 6:10)
Comentario:
¿Has pensado alguna vez en lo fuerte que es Dios? Con la fuerza de su Palabra, creó los planetas y las estrellas. Esa misma fuerza hizo retroceder el mar Rojo para que los israelitas pudieran cruzar. Fue su fuerza la que proporcionó a David el valor de enfrentarse a Goliat. Fue su fuerza la que ayudó a Josué a afrontar a sus enemigos en Jericó. Su fuerza dio vigor a Noemí y Rut, y reside en cada creyente que invoca el nombre de Jesús.
¡Qué maravilloso es tomar conciencia de que tenemos ese poder obrando en nuestro interior! El mismísimo Dios del universo nos fortalece con su poder, y no con el nuestro. Si dependiera de nosotros, habríamos provocado un caos, ¿no es así? Bueno, tal vez reuniríamos un poco de fuerza en los buenos días, ¿pero qué hay de los malos?
Quizá nunca hayas entendido por completo lo que significa acceder a la fuerza de Dios. Tal vez todavía no te sientas fuerte. Empieza a memorizar textos de las Escrituras como este más arriba. Pega notas en tu espejo, tu refrigerador, y tu mesilla de noche a modo de recordatorio. Luego empieza a citar dichos textos a diario ¡y observa cómo empieza a crecer su fuerza en tu interior!
Oración:
Señor, en mí misma soy débil. Dependo por completo de ti. Gracias porque la misma fuerza que residía en David, Josué, Noemí y Rut también vive en mí. ¡Mi fuerza reside en tu gran poder!
