Versículo:
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. (Salmos 34:19-20)
Comentario:
Hay muchas promesas sobre la confianza en la Biblia, pero nunca serán reales para nosotros hasta que aprendamos a confiar en ellas.
Otra forma de ver la confianza es que implica sumisión. A menudo Dios no hace cosas por nosotros porque no se lo permitimos. Queremos planearlas nosotros mismos. Queremos que las cosas se hagan de la manera que parece mejor a nuestra sabiduría finita, pero Dios quiere que confiemos sólo en Él.
Confiar también implica obedecer. Significa trabajar con Dios para producir los resultados. No podemos sentarnos y estar ociosos esperando a que las cosas se resuelvan por sí solas. Debemos ser trabajadores y no ser perezosos, porque el hombre que ora por una cosecha abundante, pero no prepara la tierra y la siembra, orará en vano. Confiar, tener fe y trabajar deben obran juntos en armonía.
Debemos comprender que nuestro intento de confiar no sirve de nada si no estamos dispuestos a obedecer. Debemos obedecer lo que Dios nos ordena hacer, no lo que nosotros decidimos hacer.
Confiar implica paciencia. «Porque necesitáis paciencia, para que, después de haber hecho la voluntad de Dios, podáis alcanzar la promesa» (Hebreos 10:36). Por eso, a menudo queremos respuestas a nuestras oraciones inmediatamente, y si no llegan, nos impacientamos y pensamos que Dios no responderá. No tiene sentido intentar esperar con prisa al Señor; si lo hacemos, sólo conseguiremos entorpecerle.
Recuerda que, si has confiado en el Señor como tu Salvador, las cosas no siempre serán fáciles, pues «muchas son las aflicciones del justo, pero el Señor le libra de todas ellas». (Salmo 34:19)
Oración:
Señor, gracias por ver mi sufrimiento y aflicción. Te pido que obres de acuerdo a tu voluntad en mi vida para mi bienestar y gloria tuya. Amén.