Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. (Isaías 43:2)
Señor, concédeme la seguridad, el resguardo y la fortaleza para sobreponerme al miedo, a la angustia, a la tristeza y a la decepción. Ante la duda permíteme recordar que junto a Ti, al final, obtendré la victoria. Amén